Google trató de mantener ilegalmente un monopolio en tecnología publicitaria

Madrid

Google dominó ilegalmente dos mercados de tecnología publicitaria en línea, según ha declarado una jueza federal este jueves, lo que supone un nuevo revés para el gigante tecnológico en el caso de antimonopolio interpuesto por EE. UU. El fallo de la jueza de distrito Leonie Brinkema, en Alexandria (Virginia) podría permitir a los fiscales argumentar a favor de la desintegración del negocio publicitario de Google. El Departamento de Justicia de EE. UU. ha señalado que la compañía debería vender, al menos, su plataforma Google Ad Manager, que incluye el servidor de anuncios para editores y su sistema de intercambio publicitario.

Google comienza el año enfrentando la posibilidad de que dos tribunales estadounidenses le ordenen vender activos o modificar sus prácticas comerciales. Este mismo mes se celebrará un juicio en Washington sobre la solicitud del Departamento de Justicia para obligar a Google a vender su navegador Chrome y adoptar otras medidas para frenar su dominio en las búsquedas en línea.

La organización ya había considerado vender su plataforma de intercambio de anuncios como una forma de apaciguar a los reguladores antimonopolio europeos, según informó Reuters en septiembre.

La jueza ya intentó demostrar que Google monopolizaba algunos mercados publicitarios

Brinkema presidió un juicio de tres semanas en el que el Departamento de Justicia, junto con una coalición de estados, intentó demostrar que Google monopolizaba los mercados de servidores de anuncios para editores y redes publicitarias para anunciantes, además de intentar dominar el mercado de plataformas de intercambio de anuncios —espacios que conectan compradores y vendedores de publicidad en línea.

Según los fiscales, Google empleó tácticas típicas de monopolio: eliminar a sus competidores mediante adquisiciones, forzar a los clientes a usar sus productos y controlar las transacciones del mercado publicitario en línea.

Por su parte, Google argumentó que el caso se centraba en prácticas del pasado, cuando la empresa aún trabajaba para que sus herramientas fueran compatibles con productos de la competencia. Además, el abogado de la compañía señaló que los fiscales ignoraron la competencia de otras grandes tecnológicas, como Amazon y Comcast, especialmente en un contexto donde la inversión publicitaria se desplaza hacia aplicaciones y plataformas de streaming de video.