El Gobierno de Mazón se aferra al "apagón informativo de la CHJ" y omite detalles clave para culpar al Gobierno

La jueza de Catarroja que investiga la DANA está dejando claro en su instrucción que la responsabilidad está ahora centrada en la Generalitat de la Comunidad Valenciana. Por mucho que el presidente valenciano, Carlos Mazón, intente responsabilizar a la AEMET y la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), ambas dependientes del Gobierno central. Sin embargo, la Generalitat tuvo toda la información necesaria para actuar y evitar, en gran medida, la tragedia del pasado 29 de octubre. Como hizo, por ejemplo, la Universidad de Valencia suspendiendo las clases.

El primer aviso fue el correo que manda la CHJ a la Generalitat aquel fatídico día avisando de una crecida muy rápida del caudal en la Rambla del Poyo 260 m³/s (el nivel máximo de alerta está fijado en 150 m³/s). Ese correo llega a las 12.07 horas. La Generalitat valenciana reacciona: lanzan la alerta hidrológica y solicitan a las 12.20 horas a los bomberos que vigilen la rambla.

Sin embargo, pasan los minutos, y a la 13.42 la CHJ envía otro correo informando del descenso del caudal. No se sabe si fue causa-efecto pero a las 15.00 horas los bomberos reciben la orden de retirarse. A día de hoy todavía no se sabe ni quién, ni por qué se dio esa orden. El peligro no había pasado ni mucho menos. La propia AEMET avisa por teléfono a Emergencias de la Generalitat: lo peor de la DANA "se espera entre las 15.00 y las 18.00 horas". Grabación que manipuló convenientemente Mazón para atacar al organismo meteorológico, dependiente del Ejecutivo central.

La excusa que ha ido repitiéndose desde el Partido Popular

Ese mantra ha venido repitiendo el líder del Partido Popular en Valencia es el del "apagón informativo". Ocurre que después de ese primer correo a mediodía la Confederación estuvo informando a través de mails sobre la situación del Poyo cada hora, hora y media. Tal y como estaba evolucionando la información se apreciaba un descenso considerable del caudal. Esto sucede hasta las 16.15 horas. Y no es hasta las 18.43 cuando otro correo dibuja una situación que está ya fuera de control. El caudal había rebasado los 1.680 m3/s.

Esas horas de mayor ausencia de información es lo que se agarra Mazón para culpar al Gobierno. Sin embargo, y esto es clave, la Confederación Hidrográfica del Júcar es un organismo de información complementaria, no la única. De hecho, la Generalitat tiene que ir tomando decisiones en función de la información que recibe -no solo de la Confederación- sino de otros mecanismos como los datos que les remiten los ayuntamientos o los cuerpos de seguridad y emergencia desplazados a la zona. Recordemos, a las 15.00 horas se decide mandar a casa a los bomberos que estaban vigilando precisamente el caudal del barranco del Poyo.

No hay explicación sobre el motivo por el cual la alerta fue emitida tan tarde

Además, la Generalitat en su plan de emergencias, establece que es esta misma quien debe solicitar a las Confederaciones Hidrográficas una valoración sobre cómo evoluciona la situación. Aún así, y atendiendo al relato -inexacto- del president, no hay explicación de por qué la alerta, que es competencia única y exclusiva de su Govern, se envía a la población tan tarde. A las 20.11 horas llega a los teléfonos móviles el aviso del sistema esalert, con el agua anegando las casas.

Las llamadas al 112 esa tarde también daban buena cuenta de la magnitud de los hechos. Solo entre las 15.00 y las 17.00 horas de la tarde el teléfono de emergencias registró más de 5.700 llamadas. Por no olvidarnos tampoco, de la cobertura informativa de muchos medios de comunicación, entre ellos la radiotelevisión pública À Punt y la Cadena SER a lo largo de todo el mediodía y la tarde.