Ancelotti: "Soy de mano izquierda, no soy capaz de usar el látigo"

Semanas delicadas para Carlo Ancelotti, quien volvió a repetir que le encanta el banquillo del Real Madrid. La eliminación de la Champions League y estar detrás del Barcelona le ha dejado muy mermado de cara al futuro, tanto que muchos le colocan fuera del conjunto blanco pese a quedarle un año más de contrato. "No tengo ninguna revancha contra nadie y contra nada. Que esto pueda seguir lo más lejos posible y si un día termina, agradecer, quitarme el sombrero ante este club. Nada más", señaló en la rueda de prensa previa al choque liguero de este miércoles contra el Getafe.

Pero la vida puede cambiar de forma muy rápida, y en el fútbol más. "Todo es posible. Todo puede pasar", confió el italiano. Y es que ganar la Copa del Rey al Barcelona podría ser un punto de inflexión a una temporada complicada en la casa blanca. Un triunfo el próximo sábado en La Cartuja, lo cual les haría levantar un título ante el eterno rival, cambiaría la dinámica negativa que atraviesa la plantilla. Carletto lo sabe: "Los dos títulos que tenemos en juego, no tenemos en cuenta el Mundial, pasan por ganar al Barcelona. Es la única duda que no tenemos en este momento. Habrá que salir bien del próximo partido y focalizarnos en la final de Copa. Tenemos la confianza de que lo podemos hacer y lo podemos lograr. Aquí que cambiar algo en este sentido y lo vamos a cambiar".

Son muchos los que encuentran el error base de la temporada en la falta de reacción a las salidas de Kroos y Nacho, que no encontraron reemplazo y el Madrid perdió ese "equilibrio" del que tanto habla Ancelotti. El técnico italiano detectó el problema en la pérdida de esas piezas fundamentales y que, además, los fichajes que llegaron fueron de jugadores con distintas características, lo que le condicionó en sus onces. "Ojalá encontremos el equilibrio ahora. Si no lo encontramos, tendremos dificultad para ganar", añadió. Pese a que existen estas dificultades, que Carlo Ancelotti y el club blanco manejan juntos, "la luna de miel sigue".

"Yo estoy muy contento, muy feliz, con mucha presión, pero esto siempre es así. Ves el éxito muy cerca y es normal que aumente el estrés, pero el estrés es gasolina para mí, a mí no me molesta, me da más energía para pensar más cosas. Hasta que me levanto por la mañana, todo va bien", continuó el italiano.

Un Ancelotti que también quiso contestar a aquellos que reprochan su carácter y que señalan a su mano izquierda cuando las cosas van mal. "Pasó también en la primera etapa. Intento manejar la relación con las personas por lo que soy, en una relación tienes que demostrar lo que tú eres. Esta temporada me he enfadado muchas veces. Tengo relación con las personas al mismo nivel, y para eso tienes que tener respeto y ser respetado, y eso ha pasado. En la vida soy de mano izquierda porque nadie ha tenido relación conmigo con mano derecha: mi padre, entrenadores, profesor... No soy capaz de usar el látigo", dijo ante la pregunta de si tendría que haber sido más duro con sus jugadores para que trabajaran más. De hecho, tras esta confesión añadió que si lo que quieren es mano dura tienen que fichar a otro entrenador. "Para mí no es la manera", continuó.

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Lo que es innegable es que su futuro pasa por lo que suceda este miércoles en Getafe y seguidamente con la final ante el Barcelona, donde los blancos no son favoritos pero tampoco víctimas. "Parece que están mejor que nosotros, pero una final es algo imprevisible. Meter al Madrid como víctima en una final me parece un poco exagerado", señaló ante la prensa. En Sevilla estarán Mbappé y Mendy, que ya entrenan estos días, y en la que podrá salir Camavinga de lateral, como ya probó contra el Athletic.