Trump, Von der Leyen, Milei, Meloni, Macron o Zelenski confirman que acudirán al funeral de Francisco del próximo sábado

Los cardenales de la Iglesia Católica han establecido hoy el calendario que sigue a la muerte del papa Francisco, la fecha de su traslado a la basílica de San Pedro este miércoles y el funeral dispuesto para el próximo sábado. Con la fecha del funeral ya confirmada para el próximo sábado, se empiezan a suceder los anuncios de mandatarios mundiales que van a acudir a Roma. Donald Trump fue el primero en confirmar ayer que estará junto a su mujer Melania en el funeral aun cuando no se conocían entonces la fecha y hora exactas.

En la mañana de este martes han confirmado su asistencia la primera ministra italiana Giorgia Meloni, el presidente francés Emmanuel Macron, el alemán Olaf Scholz, el británico Keir Starmer, el ucraniano Volodimir Zelenski y la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen. No será la única representante de las instituciones europeas, ya que el presidente del Consejo y la del Parlamento, Antonio Costa y Roberta Metsola, estarán también en Roma.

También viajará hasta Italia el presidente argentino Javier Milei, así como el presidente brasileño Lula da Silva. Rusia por su parte ha descartado la presencia de Vladimir Putin, aunque sí que habrá representación de ese país el sábado en Roma.

Estaré presente en el funeral del papa como es debido

—  Emmanuel Macron, presidente de Francia

En la mañana de este martes ha llegado la última reacción de un gobierno de un país de gran tamaño que faltaba: la de China. Pekín ha expresado sus condolencias por la muerte de Francisco, ha subrayado que mantiene una relación constructiva con el Vaticano y espera que el sucesor del pontífice argentino mantenga abierta la vía de diálogo entre ambos países. El pasado mes de noviembre, la Santa Sede y China renovaron su acuerdo bilateral para la designación de obispos de mutuo acuerdo.

Francia presiona a favor de uno de sus cardenales

En paralelo, empiezan los movimientos en Roma en los que ya intentan influir algunos gobiernos que saben que tener un representante nacional al frente del Vaticano es un empujón a su propia presencia internacional.

Es el caso de Francia, cuyo ministro de Exteriores, Jean-Noël Barrot, ha defendido en FranceInfo a primera hora la candidatura del cardenal Jean-Marc Aveline, recientemente elegido presidente de la Conferencia Episcopal francesa. "Jean-Marc Aveline es el hombre del diálogo interreligioso, es el hombre a quien el Soberano Pontífice había confiado esta tarea", ha explicado en relación al papel de este cardenal en el objetivo de Francisco de extender la comunicación con el Islam y otras religiones.

Otros gobiernos en cambio miran con más temor a sus propios cardenales. Es lo que sucede en Estados Unidos con Robert McElroy, nuevo arzobispo de Washington, quien ha rechazado reunirse con Donald Trump por la política contra los inmigrantes del nuevo inquilino de la Casa Blanca. Ayer mismo definió en un documento de despedida a Francisco al pontífice recién fallecido como "un defensor profético de los inmigrantes". De los cuatro cardenales estadounidenses, además de McElroy otros dos han mostrado también su rechazo a las políticas de Trump.