La espinita clavada de Luisa Gavasa: "Murió en un momento en el que tenía un niño pequeño y me había quedado sin trabajo"

Madrid

La actriz Luisa Gavasa está pasando por uno de los mejores momentos de su vida. Así lo ha reconocido este martes en El Faro de la Cadena SER, donde ha explicado que hacía tiempo que no era tan feliz. Todo ello gracias a su trabajo y a todo lo que esta le brinda día tras día. Y es que, aunque reconoce que está agotada después de tantas funciones, esta sigue adelante gracias al apoyo de un público incondicional que le reconoce su gran labor sobre los escenarios. A lo largo de su trayectoria, la aragonesa ha trabajado para el teatro, el cine y la televisión. Pero reconoce que no hay nada que más le llene que el cariño que le brinda el público después de cada función.

De hecho, no hay día en el que no le de las gracias a sus padres por haberle permitido dedicarse al mundo de la interpretación. A pesar de que su padre no se lo tomara del todo bien al principio, llegando incluso a llorar desconsoladamente cuando le dijo que quería ser actriz, este acabó asimilando la idea y animándole a luchar por sus sueños: "Es tu vida, vívela como quieras. Te vamos a apoyar siempre. Eres nuestra hija y vas a ser una actriz maravillosa".

"Siempre me ha quedado esa espina"

De ahí que siempre tenga palabras maravillosas tanto para su madre como para él. Sin embargo, la actriz reconoce que tiene una espinita clavada que no se termina de quitar. Principalmente porque falleció antes de verla triunfar en el campo de la interpretación: "Mi padre me ha visto en el teatro, en Las arrecogías. Me vio en momentos buenos, pero murió un un momento donde yo tenía un niño pequeño, no tenía trabajo, y siempre me ha quedado esa espina".

No obstante, y a pesar de que no sea religiosa ni mucho menos, tiene bastante claro que le estará apoyando allá donde esté: "No soy religiosa, pero sí que creo que la energía de las personas no desaparece. Creo que está conmigo desde algún lugar del universo y que lo ve y lo disfruta". De ahí que aproveche cada función para darle las gracias tanto a su madre como a su padre por haberle permitido ser lo que siempre soñó.

"Mi padre estaba asustado"

Lo hace durante sus funciones y también cada vez que va a recoger cualquier premio. En declaraciones a la Cadena SER, la actriz ha llegado a la conclusión de que cada uno de los premios que ha recibido a lo largo de su trayectoria no son más que un recordatorio del acierto que tuvieron sus padres a la hora de apoyarla para ser actriz. Básicamente porque por aquel entonces no estaba bien visto como hoy: "Mi padre estaba asustado porque tener una hija actriz en el año 74 era como si le dijera que te ibas a dedicar a la prostitución".

Todo ello porque era una profesión muy mal vista. Pero este acabó asimilando su idea y apoyándola día tras día para que pudiera cumplir su gran sueño de ser actriz. Y a pesar de que no le vería dar el pregón de las fiestas del Pilar de Zaragoza, estuvo muy presente gracias a su hija Luisa.