Las principales casas de apuestas coinciden en el favorito para suceder a Francisco: el filipino Luis Antonio Tagle

El dicho de que "quien entra papa al cónclave sale cardenal" vuelve de nuevo a primera línea cada vez que muere un pontífice. El último caso es el de Angelo Scola, actual arzobispo emérito de Milán, al que los medios de casi todo el mundo dieron por papa tras la renuncia de Benedicto XVI, pero que finalmente no alcanzó el papado.

Así que esta tradición quizá recorte las expectativas de Luis Antonio Tagle, arzobispo emérito de Manila, a quien las casas de apuestas sitúan como el gran favorito en este momento para suceder a Francisco. Echando un ojo a los comparadores de casas de apuestas como Oddschecker, la media sitúa a Tagle como el principal candidato, con ligera ventaja sobre el Secretario de Estado, Pietro Parolin, el presidente de la Conferencia Episcopal italiana Matteo Zuppi o el cardenal ghanés Peter Turkson. Entre los primeros puestos de las apuestas no figura ninguno de los cardenales españoles.

Pero, ¿quién es Tagle?. El sacerdote filipino accedió al cardenalato en 2012 nombrado por Benedicto XVI y posteriormente Francisco le encargó dirigir el sínodo extraordinario sobre la familia de 2014. También fue presidente de Cáritas Internacional durante ocho años.

A Tagle se le incluye dentro de la rama progresista de Francisco. De hecho, en un acto en Londres en 2015 manifestó que "el tono adoptado por la Iglesia hacia las personas homosexuales, los divorciados o las madres solteras ha dejado a muchos marcados y marginados socialmente". En todo caso, nunca ha ido más allá de la doctrina oficial de la Iglesia sobre la homosexualidad.

Tagle es por un tanto un heredero de Francisco que abriría la Iglesia hacia Asia y representa al país de ese continente con mayor número de católicos, más de 80 millones de personas. El pontífice recientemente fallecido le nombró además encargado de la sección vaticana dedicada a las negociaciones con los Gobiernos, uno de los puestos de mayor prestigio diplomático en el complejo esqueleto de la Santa Sede.

Veremos si el dicho del principio va en su contra, aunque en ocasiones no se cumple. Por ejemplo, el entonces cardenal Ratzinger era el gran favorito para suceder a Juan Pablo II y ese pronóstico sí se cumplió en 2005. El cónclave a puerta cerrada en la Capilla Sixtina dictará sentencia.