"No hay un plan para después de Francisco": el proyecto social juvenil que fundó el papa se tambalea tras su muerte

Madrid

El legado del papa Francisco deja una huella muy importante en la labor social de la Iglesia. Los proyectos que tratan de cuidar y ayudar a los más desfavorecidos han sido impulsados por Bergoglio desde su llegada a la Ciudad del Vaticano, siendo muy importante para el argentino, siempre con la mirada puesta en la acogida de la gente que más lo necesita y, en especial, en los jóvenes.

Ezequiel del Corral, la cabeza de la organización Scholas Ocurrentes fundada por el propio Francisco en 2013, explica a 'Hora 25' desde Roma cómo el papa, entonces Jorge Bergoglio, ideó este proyecto para los jóvenes argentinos antes de llegar a pontífice. Un movimiento que se materializó con la fundación de esta institución social nada más llegar el papa al Vaticano.

En una época de crisis social y económica en Argentina, el por aquel entonces arzobispo de Buenos Aires quiso crear una organización que reconociera a la juventud como un termómetro de la sociedad. "Él tenía dos palabras: termómetro y esponja. Decía que los jóvenes absorben todo y después explota. Él creía que los jóvenes no son el futuro, sino que son el presente, que tienen la fuerza del presente, y entonces decide ir a buscarlos a las comunidades judías, musulmanas, evangélicas, escuelas privadas o públicas. Juntó a los barrios más ricos con los más pobres", indica del Corral en el programa de la SER.

La idea revolucionaria del papa fue preguntar a los jóvenes por sus dolores, escucharlos, dejar que pudieran expresarse. "Dejar que comiencen a sentirse libres, pero también que se sientan responsables. Ellos mismos comenzaban a dar respuesta a sus pequeños dolores comunitarios que les hacían daño en lo cotidiano y de lo cual nadie hablaba. Comenzaron a ir al Congreso y a sacar leyes propias", indica del Corral, que remarca que Francisco habló mucho como pontífice del pacto educativo y la importancia de la escolarización.

"Él ya hablaba en Buenos Aires de que para educar a un niño se necesita una aldea entera y por eso encuentra lo que sería su legado después como papa", indica el voluntario, que explica que en Scholas se dedican a crear espacios en ambientes educativos de distintas comunidades del mundo y diferentes religiones, con campus en Japón, Gambia o Indonesia, entre otros países. "Lo que hacemos es generar ambientes para que se encuentren, para que se escuchen y para que comiencen a encontrar que son únicos, que su vida tiene un sentido y a partir de ese sentido comiencen a compartir la propia autenticidad con el resto", ha comentado del Corral.

El futuro de la comunidad sin Francisco

Es díficil para Scholas Ocurrentes imaginarse un futuro sin el papa Francisco, pero tal y como ha respondido el voluntario cuando Aimar Bretos le ha preguntado cómo ve el futuro de la organización sin él, no existe "un plan para después" del papa. "Si hay algo que nos enseñó Francisco en estos años es la intuición, el silencio, la memoria", ha comentado del Corral, añadiendo que se debe tener ahora una sensibilidad "más profunda que nunca" y una intuición aguda y con creatividad, como él les exigió.

"Entonces, ¿qué va a pasar? Solo Dios y quizás él ahora saben", sentencia el voluntario, que reconoce que está triste tras su muerte, pero con la alegría de haberlo conocido y haber aprendido tanto de él. "Con su generosidad nos transformó la vida a todos, me siento un privilegiado de haber sido parte de su revolución cultural y creo que es apenas el inicio", sentencia del Corral en 'Hora 25'.