Soledad Gallego-Díaz: "Fue el Papa Francisco el que puso el informe de abusos sexuales en la Iglesia en manos de la Congregación para la Doctrina de la Fe"

Madrid

El 2 de diciembre de 2021, los periodistas de El País que acompañaban al Papa Francisco en su viaje pastoral le entregaron un informe de 385 páginas que recogía 251 casos de acusaciones de pederastia investigados y verificados por el periódico a lo largo de tres años, es decir desde que en 2018 puso en marcha su propia investigación sobre la pederastia en las instituciones docentes católicas españolas. En la mayoría de los relatos se habla de pederastas que abusaban de decenas de niños y conductas que eran un “secreto a voces”.

Un caso habitual era el de profesores que agredían sexualmente a toda la clase y que estuvieron durante años en uno o más colegios. Hasta ese momento la jerarquía de la Iglesia española, los obispos, se habían negado a contestar a las solicitudes del periódico sobre si tenían conocimiento de esos casos y cual había sido su reacción. La Conferencia Episcopal, por su parte, se había limitado a decir que ignoraba cuántos casos de abusos se habían producido en España, aunque creía que “muy pocos” por lo que no pensaba abrir una investigación general. Fue el Papa Francisco el que puso el informe en manos de la Congregación para la Doctrina de la Fe, la institución vaticana que centraliza la investigación de la pederastia, y quien exigió a la Conferencia Episcopal que se diera por aludida. Fue la primera vez que los periodistas de El País sintieron que alguien de la jerarquía católica los escuchaba con atención. Fue el Papa Francisco.