Alicia Borrachero: "Estaría muerta si diera por concluida mi formación como actriz"

Madrid

Alicia Borrachero, que a pesar de estudiar piano durante años, siempre quiso ser actriz, y que debutó dando vida al gusano Max en una adaptación musical de la Abeja Maya, se instaló en nuestras casas, como un miembro más de la familia, durante las nueve temporadas que duró la serie Periodistas. Tampoco pasó inadvertida su participación como la doctora Cruz, jefa de urgencias en Hospital Central, obteniendo la mejores críticas tras su paso por una de las mejores series de la historia de la ficción en nuestro país: Crematorio, basada en la novela de título homónimo del gran escritor Rafael Chirbes.

Antes de todo eso, una fecha interesante, 1986, cuando viajó a Estados Unidos, su madre es americana, porque no se trataba tanto de ser actriz, eso se daba por supuesto, como una de la mejores actrices, como las que hacían cine en ese país, la meca de la interpretación: "Las cosas que más me gustaban eran las que hacían ella y ellos en Estados Unidos".

Allí además conoció al que es su actual pareja y padre de su hijo, el actor y productor estadounidense Ben Temple. "Esa relación fue todo lo contrario a un flechazo. De hecho nos repelimos ambos el mismo momento que nos conocimos. Estábamos en clase de interpretación cuando nos tocó hacer un ejercicio juntos. Yo no podía ser una niña más madrileña y ochentera ni él más americano, americano rudo de pueblo. Pues hasta ahora. Fuimos de la repulsión a la atracción absoluta", ha explicado.

Un peto vaquero

Alicia ha recordado, echando la vista atrás, como conoció por ejemplo a Javier Bardem. "Los dos somos de la misma generación, aunque estábamos en clase y horarios diferentes. Yo estaba por la mañana y creo recordar que Javier por la tarde, pero empezamos a coincidir en ejercicios de clase comunes y en algunas fiestas". Entonces, inventado o real, el recuerdo de Bardem le evoca siempre "con un peto vaquero, que me perdone Javier si me escucha y no es así, con un peto vaquero, alguien a quien le gustaba mucho bailar y cuyo talento ya entonces desde muy pronto era muy llamativo".

Y alguien bilingüe casi desde primera hora, ha tenido también una reflexión para valorar el ímprobo trabajo que hicieron en Estados Unidos Javier Bardem y Penélope Cruz. "Hay que pensar lo que significa renunciar a muchas cosas: a horas de soledad en un hotel o a trabajar en un idioma que no es el tuyo. Para mí lo que Penélope y Javier han hecho es una proeza. Bueno -rectifica Alicia Borrachero poniéndose seria- es mucho más, es un ejemplo para la gente joven y un orgullo personal como compañera de ellos".

Otra de esas referencias vitales y profesionales es la que Alicia Borrachero siente por el creador y director argentino Juan Carlos Coraza: "Me ha cambiado la vida. Sigo haciendo toda la formación con él, trabajo con él, preparo todos los personajes que puedo con él... Y sobre todo sigo estudiando sobre la interpretación y el arte en su casa, en su estudio. Porque yo estaría muerta como actriz si diera por terminada mi formación".

Una lluvia de agua, rocas y barro

También ha tenido tiempo para alguna anécdota que es su momento le pudo costar la vida. Un drama que, como decía Woody Allen, sólo se transformó en comedia con el paso del tiempo. "Ocurrió en un rodaje con Ana Torrent en Marruecos, teníamos unos días libre y decidimos ir al desierto. Entonces en mitad de este, mientras íbamos a alguna fiesta o a ver alguna cosa, nos sorprendió una lluvia de agua, rocas y barro que pudo matarnos. Menos mal que contradiciendo lo que nos sugerían, le dije a Ana que saliéramos del coche, luego nos perdimos la pista en medio de esa riada hasta que volvimos a encontrarnos. El resto de la historia fue ir a comprar ropa para vestirnos y que no nos dejaran salir del rodaje ni un solo día más", ha explicado.

Meticulosa, puntillosa, perfeccionista, muy consciente de que sólo se debe hacer lo que se sabe hacer, Alicia recuerda como en una entrevista con el periodista Juan Ramón Lucas, este le dijo que valía para la radio y le ofreció hacer una sección en su programa de radio. "La radio -argumenta la actriz ahora en el teatro- es una pasión de toda la vida, he crecido escuchándola y ahora con tantos podcast ya ni te cuento. Es verdad que hice esa sección, que transformé en una conversación con gente que a mí me había inspirado. Lo que ocurre es que como todo, me lo tomé tan en serio, que la radio me dejaba sin tiempo para nada más, y al primer rodaje que me salió tuve que dejarla".

Esta mañana Alicia ha vuelto a la radio de nuevo. Y volverá...