El padre Antonio, encargado de acreditar a periodistas en el Vaticano: "Llevamos más de 3.000 de todo el mundo"

Largas colas en la Plaza de San Pedro para dar el último adiós al papa Francisco, fallecido este lunes a los 88 años de edad, acumulan las portadas de medios de comunicación de todo el mundo. Miles de personas esperan en el exterior para poder velar el cuerpo del santo pontífice, que yace a los pies del baldaquino central de la basílica de San Pedro, siendo su féretro custodiado día y noche por cuatro altos guardias suizos. Dada la altísima afluencia, la Santa Sede ha decidido que abrir las puertas de la basílica hasta más allá de la medianoche.

Además de los fieles, miles de periodistas se han trasladado hasta Roma para poder contar a los públicos internacionales de todo el mundo. El encargado de acreditar a los trabajadores de los medios de comunicación es el padre Antonio, un sevillano que lleva dos años estudiando comunicación institucional de la Iglesia en la Universidad de Santa Croce en Roma.

Ha pasado por los micrófonos de Hora 25 para charlar con Aimar Bretos sobre cómo están viviendo estos días de tan alta demanda. "Ya llevamos más de 3.000 periodistas de todo el mundo, hasta desde Togo, y cada día estamos sumando el número y nos encontramos con nuevos compañeros que quieren estar presentes en este momento histórico de la Iglesia", explicaba. Este número se espera que continúe aumentando de cara a la celebración del Cónclave.

El padre Antonio ha podido entrar en la basílica de San Pedro para despedirse del papa junto al resto de feligreses. "Hemos vivido un momento espiritual y muy familiar al mismo tiempo. Ha sido un acto muy bello, muy cercano y a la altura del pensamiento y de como lo hacía todo Francisco, que era desde la familiaridad, desde la cercanía, desde la acogida", destacaba. Su vida en el Vaticano comenzó hace dos años, cuando el religioso trinitario se trasladó para iniciar sus estudios y desde entonces, reside en la Santa Sede.

Aunque el nivel de actividad que está viviendo el Vaticano en estos días no es habitual, el padre Antonio reconoce que los días normales también tienen su ajetreo. El papa ha de seguir una agenda en la que, según explica el religioso trinitario, los miércoles y los domingos son los días de más actividad. "El Vaticano siempre se ha mostrado con los brazos abiertos para acoger a todos los peregrinos y creo que es una de las de las notas características que ha querido el papa Francisco. Resaltar de la Iglesia la acogida y estamos en un lugar que tiene que ser por excelencia de acogida para todos aquellos que llegáis y que venís aquí a esta plaza con los brazos abiertos."