“A mí estos no me van a matar”: un piloto español del Dakar recuerda cómo superó un secuestro en la carrera
Rafa Santiveri tuvo que tirar de imaginación para esconderse en el desierto

“A mí estos no me van a matar”: un piloto español del Dakar recuerda cómo superó un secuestro en la carrera
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El Rally Dakar es una de las carreras de motor más duras del mundo, en la que los competidores han de cruzar espacios no urbanos que, en algunos tramos, llegan a atravesar desiertos y pasos de montaña. En sus inicios, esta carrera se llama 'Rally Paris-Dakar', porque el recorrido comenzaba en París y finalizaba en Dakar, a lo largo de tres semanas en la que los corredores cruzaban los desiertos de África hasta llegar a la costa occidental. Debido al deterioro de la situación política en el continente, en 2009 la competición fue finalmente trasladada a Sudamérica.
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Sin embargo, uno de los pilotos españoles que llegó a competir en la carrera africana fue Rafa Santiveri. En su libro Cuando éramos pilotos, el periodista José Antonio Ponseti ha rescatado uno de los episodios más terroríficos que vivió el piloto español. "Era un 14 de enero de 1999, durante una etapa entre Néma (Mauritania) y Tichit (Mauritania). La etapa tenía que haber llegado hasta Tombuctú (Mali) pero, por movimientos de los guerrilleros, la organización la cortó un poco", explicaba en SER Aventureros.
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Historia de un secuestro en el Dakar
A Santiveri y otros 50 pilotos, entre los que se encontraba también el español Rosendo Touriñán, fueron víctimas de una emboscada y, a medida que iban llegando al punto en el que se encontraban los bandidos, iban pillando a los corredores. Una vez los guerrilleros vieron que no llegaban más pilotos, comenzaron a robar "con tranquilidad y organización, a su manera". Sentaron a los secuestrados en la ladera de una duna y, coche por coche, gritando el dorsal de los pilotos, los iban llamando para rapiñar con todo lo que encontrasen.
Tras registrar los vehículos, pasaron a chequear a los pilotos. Rafa Santiveri, que competía de manera privada, no quería perder el dinero, por lo que una parte se lo había guardado en una bota. Ante la amenaza de muerte de encontrarle algo, decidió esconderlo en la arena y, con un boli, marcar el lugar donde lo había enterrado para recogerlo cuando todo terminase.
Escondido en la arena
Una vez superado el control, y mientras seguían registrando a los pilotos, Santiveri, que no podía estarse quieto, decidió probar a enterrarse en la arena, "como en la playa con nuestros hijos". "Me iba tapando a mí mismo con la arena. Empecé por los pies y con el brazo derecho, iba tirándome arena", contaba Rafa. A todo esto, Rosendo también había pasado ya el control y no daba crédito a lo que estaba tratando de hacer su compañero. "Me dice: 'Rafa, quieres dejar de hacer el gilipollas'", recordaba el expiloto, a lo que él recuerda pensar, "a mí estos no me van a matar", por lo que siguió echándose arena.
El problema fue cuando llegó a la altura del cuello y Santiveri se dio cuenta de que no podía taparse la cabeza. Al tratar de encontrar una manera de respirar, volvió a pensar en un boli, imaginándose uno tipo Bic que pueda usarse como una pajita. Pero como nadie a su alrededor tenía uno, tuvo que ser más imaginativo. "Vi una mata de hierba de camello allí al lado. Arranqué un trozo de ella y me la puse encima de la cabeza, y ya acabé de meter la mano debajo de la arena", detallaba.
Pasado un rato que pudo ser más de media hora, y cuando ya no escuchaba el ruido de los bandidos, Rafa Santiveri salió de su escondite y fue directamente al boli. No solo sobrevivió al secuestro, sino que pudo recuperar su dinero.




