Manuela Carmena rescata la anécdota que demuestra por qué el papa Francisco era distinto a los demás
La exalcaldesa de Madrid ha dado cuenta de cómo era el papa en las distancias cortas

Manuela Carmena rescata la anécdota que demuestra por qué el papa Francisco era distinto a los demás
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La muerte del papa Francisco ha provocado que se hable muchísimo acerca de su legado y de todo lo que consiguió tras casi 12 años en el cargo. Un pontífice humilde, cercano y muy progresista, que criticó con dureza la actitud de la Iglesia hacia las personas divorciadas y la comunidad LGTBI. Francisco dejó una profunda impresión en quienes pudieron conocerlo de cerca: un pontífice muy distinto a todos los anteriores, que también sorprendió a quien fuera alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena.

La madrileña reveló en el pódcast de la Cadena SER El mono desnudo, con Juan Carlos Ortega, una anécdota que le contó un gran amigo suyo sobre el pontífice. "José María me contó que él estuvo en Roma viendo al papa porque su promoción de estudiantes de los jesuitas fue a verle", comenzaba relatando Carmena.
Un papa muy cercano con todo el mundo
La exalcaldesa contaba que su amigo "aprovechó el momento para preguntarle a la persona que estaba organizando la visita" si, tras tantos años trabajando con papas distintos, notaba alguna diferencia especial con el papa Francisco. El hombre respondió con una claridad absoluta.
"Mire, ¿cómo no voy a notar diferencia, si todos los anteriores papas jamás me preguntaron ni cómo se llamaba mi mujer ni cuántos hijos tenía, y Francisco lo primero que me dijo fue: 'Cuéntame tu vida?'", explicó aquel trabajador al amigo de Carmena, en un testimonio que refleja la humildad de Francisco. A pesar de lo poderoso de su cargo, tenía muchísimos gestos que evidenciaban una empatía profunda.
Tras su muerte, las redes sociales se han inundado de recuerdos similares sobre el papa Francisco: como cuando compartió su 77 cumpleaños con cuatro indigentes, cuando lavó los pies a 12 jóvenes presos o cuando consoló al niño Emanuel —cuyo padre era ateo y había muerto— diciéndole que, si su padre había sido un hombre bueno, independientemente de sus creencias, iría al cielo.


Andrés Puentes
Antes trabajaba como redactor en el equipo de Hora 25, ahora escribo sobre actualidad en la web. Graduado...