'El malentendido', las contradicciones de la clase acomodada en la Francia de entreguerras
Irène Némirovsky firma esta historia sobre un amor atormentado

'El malentendido', las contradicciones de la clase acomodada en la Francia de entreguerras
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Irène Némirovsky nació en Kiev en 1903 y murió en el campo de concentración de Auschwitz en 1942. Es la autora, entre otras obras, de 'David Golder', 'El ardor de la sangre', 'El maestro de almas', 'El vino de la soledad', 'Los fuegos de otoño', 'El baile' o 'Suite francesa', cuya publicación en 2004 desencadenó un fenómeno editorial y cultural sin precedentes.
'El malentendido' es la primera novela que escribió Irène Némirovsky, en 1923, pero se publicó por capítulos en una revista en 1926 y en formato de novela en 1930. Es una novela inquietante y lúcida sobre un amor atormentado y sobre las contradicciones de la clase acomodada en la Francia de entreguerras.
Como señala Ángel García Prieto en Aceprensa, en 'El malentendido' encontramos ya el estilo y los temas que aparecerán en el resto de la obra de Irène Némirovsky. La novela está ambientada en la sociedad acomodada y burguesa de la Francia de entreguerras, que se presenta deslumbrante y llena de glamour. La novela comienza como una narración romántica, con una historia sustentada por el típico triángulo amoroso de un ambiente social donde parece normalizada la figura del adulterio, pero Némirovsky añade a esta trama convencional una conseguida introspección psicológica de los personajes y el constante intento de encontrar en las emociones, la infidelidad conyugal, el galanteo y la frivolidad de la belle époque de los veraneos en la costa vascofrancesa y del París de los ricos, el quid eterno de la felicidad y el amor.
'El Malentendido' relata la relación adúltera entre Yves y Denise. Él es un antiguo rico venido a menos, con la pesadilla de la I Guerra Mundial aún en la piel. Ella, adinerada, sin más que hacer que ver pasar el tiempo o acudir a fiestas mientras su marido, antiguo compañero de Yves en el hospital militar, se dedica a sus negocios. En Hendaya viven lo mejor de un amor que, en París, choca brutalmente con la realidad y sus diferencias, esfumándose entre el frío y el trabajo. El tierno Yves se vuelve huraño, callado y distante, inasible para una Denise que no entiende, y como no entiende, se vuelve loca y pide más. Némirovsky retrata la transformación de su amor.
Según Ángel Silvelo Gabriel, en escritores.org, 'El malentendido' habla de la imposibilidad del amor, la decadencia y resentimiento de las clases sociales acomodadas y la nostalgia por la vida perdida. La maestría de la autora es la plasmación del cambio que sufre Yves. Logrará reflejarlo, no en el desamor al que le llevará la voluptuosidad amorosa de su rica amante, sino en el rencor de sus recuerdos teñidos por un orgullo herido. Esa búsqueda de uno mismo fuera de los límites de la pasión, será una nueva seña de identidad que Némirovsky moldeará de nuevo en mucho de sus personajes. Y hasta tal punto lo hará que, buscar hacia fuera en vez de hacia adentro, será una de sus señas de identidad a la hora de afrontar el estudio del ser humano.
'El malentendido' arroja una mirada descarnada sobre la Europa del final de la primera guerra y las pulsiones tempestuosas de sus personajes. Pero según Noemí Escribano el Yves de 'El malentendido' también podría ser el retrato de cualquier mujer del siglo XXI con inquietudes y sueños. Denise, por el contrario, representa la figura de alguien todavía sumido en la inmadurez a pesar de la edad, incapaz de captar las sutilezas de determinadas acciones que, justificadas o no, suponen señas evidentes de un carácter difícil y urdido en tiempos mal dados, donde resulta sencillo “sobremadurar” si se producen las circunstancias adecuadas para ello. Tanto Denise en la fogosidad de su amor como Yves en la frialdad con la que se refugia en la relación están destinados a quererse y a sufrir por ello.




