Distopías desencadenadas
Lo peor es cuando las distopías dan un salto y devienen en conflictos con técnicas convencionales, pero también con terrorismo, desinformación o ataques cibernéticos

Madrid
Antes era más fácil acudir a las distopías, esas representaciones ficticias con características negativas. Todos nos remitíamos sobre todo a Orwell y Huxley, que describían el mundo del futuro bajo los efectos del totalitarismo, de las tecnologías despiadadas o de la policía del pensamiento.
Un siglo después se han multiplicado las clases de distopía: políticas, tecnológicas, de género, ecológicas, etcétera, aunque en realidad todas ellas son subgéneros de las de los dos escritores citados.
Este año se cumple el primer cuarto del siglo XXI. Cómo no recordar el terrorismo masivo en las Torres Gemelas y en Madrid; una pandemia, la de la covid, que no se había repetido con esa intensidad desde la gripe española del año 1918 y que dejó al planeta aislado durante un trimestre; un año 2021 en el que se dieron, al tiempo, dos fenómenos tan distintos como la erupción de un volcán y una gran nevada que, premonitoriamente, dejó sin luz a muchas localidades españolas. Y ello sin considerar aspectos tan heterogéneos como una brutal recesión que trajo a los hombres de negro a nuestro país, una riada asesina y, ayer, finalmente, un apagón eléctrico que nos hizo conscientes de repente de nuestra fragilidad.
Lo peor es cuando las distopías dan un salto y devienen en conflictos con técnicas convencionales, pero también con terrorismo, desinformación o ataques cibernéticos.
Las guerras híbridas se intuían en Orwell y Huxley.

Joaquín Estefanía
Es periodista, exdirector del periódico 'EL PAÍS' donde sigue firmando columnas. También colabora en...




