"Sin que nadie nos dijera nada, ni por megafonía, ni los revisores": el testimonio de un hombre encerrado 13 horas en un tren por el apagón

Decenas de miles de personas han visto sus planes truncados con el apagón masivo que ha tenido a España durante largas horas sin electricidad. Muchos viajeros que han visto sus trenes cancelados a lo largo de este lunes han tenido que pasar la noche en estaciones, intercambiadores y polideportivos. Una de las más concurridas ha sido la estación de Atocha, en Madrid, que ha visto a decenas de viajeros varados a la espera de coger los primeros trenes de la mañana. Envueltos en mantas, en el suelo y los asientos, las personas han tratado de descansar tras un día tan atípico.

Uno de los afectados ha sido Paco, que pasadas las 3:00 horas conseguía regresar a Atocha después de pasar 13 horas atrapado en un tren a unos 25 kilómetros de Mora, en Toledo. "En un descampado, no había ningún pueblo cerca", explicaba el hombre en 'El Faro'. El afectado ha destacado que lo peor de la experiencia ha sido la falta de información que han sufrido a lo largo de todo el incidente. "13 horas son muy largas. Si te dicen que vas a estar el tiempo que sea, perfecto, pero si no te dicen nada... Nos hemos sentido mal", reiteraba, asegurando que "nadie nos decía nada, ni por megafonía, ni los revisores".

La información llegaba con cuentagotas, hasta que Paco y el resto de viajeros pudieron saber que se trataba de un corte de luz en toda la Península Ibérica, que afectaba a los medios de transporte, fundamentalmente terrestres. "No nos podían decir nada más. Han sido horas, horas y horas sin información. No teníamos conexión en los móviles. Alguien tenía un transistor por allí y escuchábamos las noticias a cada hora", recordaba, lo que les permitió ir sabiendo el estado de la recuperación energética.

Agradecimiento a la Guardia Civil

Aun así, Paco no ha dejado de recordar que han estado muy bien atendidos en todo momento, particularmente por la Guardia Civil, que ha logrado acudir a la zona donde se encontraba el tren con agua y comida para los pasajeros. Los viajeros han consumido las existencias que había en el tren hasta que la Guardia Civil ha llegado a su encuentro. "Se han presentado con mucha agua y comida. Han traído bocadillos suficientes para todo el mundo", decía. Las autoridades han logrado acceder al tren para atender a las personas dependientes y trasladarse a un centro médico cercano. Al resto, les ofrecían andar unos 5 o 7 kilómetros hasta una aldea, pero Paco ha reconocido que era "inviable, casi a campo a través", por lo que se han quedado en el tren a la espera de que se recuperase el servicio.

Paco también ha tenido unas palabras de agradecimiento para el resto de viajeros, que no han dudado en ayudarse entre ellos. "En general, el comportamiento de todos los viajeros ha sido excepcional. No ha habido voces, no ha habido malos gestos, ha habido desesperanza, pero un plan muy tranquilo y comprendiendo que era un tema excepcional." Al abrirse las puertas del tren, la altura es considerable, y muchos han ofrecido su ayuda al resto de ocupantes para poder bajar a estirar las piernas o ir al baño. "Esa odisea ha sido gorda", decía sobre el atascamiento de los váteres en el tren, que ha obligado a los viajeros atrapados a bajar al campo a hacer sus necesidades a lo largo de esas 13 horas.

La peripecia de Paco no terminaba con su llegada a Atocha. Desde la estación madrileña es precisamente desde donde salía esa mañana a las 12:05 horas en dirección a Cádiz, por lo que ha vuelto a su punto de partida, con la intención de tratar continuar con su viaje este martes.

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