El día en que Sinner dijo 'basta' ante las reacciones por su positivo: "Pensé en tomarme un tiempo libre después de Australia"

El final de la sanción por dopaje de Jannik Sinner se avista en el horizonte. El italiano ultima su preparación para reaparecer en las pistas del Foro Itálico después de aceptar tres meses de suspensión por su positivo en clostebol durante el torneo de Indian Wells de 2024. El escándalo que destapó le puso en la diana dentro del circuito ATP, donde el propio tenista admitió haberse sentido juzgado en su última competición, un hostigamiento que le hizo incluso valorar la posibilidad de tomarse un tiempo de desconexión de la raqueta.

"Antes del Open de Australia de este año estaba en un momento no muy feliz. En Australia no me sentía muy a gusto en el vestuario ni en el restaurante, los jugadores me miraban de otra manera y no me gustaba nada", se sinceró en una entrevista emitida en las últimas horas en la radio italiana RAI. "Allí pensé que vivir el tenis de esa manera era muy pesado. Pensé en tomarme un tiempo libre después de Australia", llegó a reconocer.

"Necesitaba un tiempo un poco diferente, con amigos, dando prioridad a la gente que me quiere", ahondó en relación a ello, explicándose así en cuanto a su decisión de no inscribirse para el torneo de Róterdam de inicios de febrero, justo en los días en los que se hizo pública su sanción. "Ya no me divertía, pensaba en otras cosas. La suerte que tuve es que las personas que me rodeaban me ayudaron mucho y creyeron en mí, me ayudaron mucho en esos momentos. Hablo de mi equipo, de mi familia. Construí mi propia burbuja donde no entraba nadie más. Esto me dio las ganas para seguir y volver y prepararme bien para los Slams. Todo salió bien, aunque no me sentía una persona feliz en el campo", puso en relieve, arrojando luz sobre todo lo que estaba viviendo internamente.

Ahora, Sinner enfila el tramo final de su inhabilitación echando de menos "la adrenalina de la competición" y después de mucho darle vueltas a los motivos de su dopaje. "No sabía nada, pero luego pudimos saber de inmediato de dónde venían estos pequeños miligramos", comentó, desvelando también cómo se sucedieron las siguientes fechas hasta la resolución de su caso: "Me costó mucho aceptar estos tres meses. En mi cabeza sabía que no había hecho nada y con mi abogado decidimos tomar este camino".

También negó taxativamente haber recibido un trato "diferente" por parte de los organismos antidopaje: "Tuve que hacer muchas apelaciones, me revisaron quizás incluso más que los demás. Todo fue revisado de nuevo por la AMA".

El talento por delante de un sueño

En otro orden de cosas, Jannik Sinner aseguró que eligió el tenis al darse cuenta de su "talento" sin hacer demasiados esfuerzos: "Cuando era joven vi que aunque casi nunca entrenaba, iba a torneos y jugaba de igual a igual y a veces ganaba". Y es que, curiosamente, su principal aspiración dentro del mundo del deporte iba por un camino bien distinto: "Mi sueño siempre ha sido ser piloto de Fórmula 1, pero nunca tuve el dinero para hacerlo y además fue inútil para empezar. Los coches son realmente una pasión para mí", expresó, mientras apunta a su ansiado regreso en el Masters 1.000 de Roma.