Salarios insuficientes y fuga de talento: los funcionarios de Cultura denuncian la precariedad en el sector
Igualdad salarial y mayor acceso a la promoción son las reivindicaciones de los funcionarios de Cultura, entre los peor pagados de la Administración General del Estado, un problema que denuncian llevan sufriendo desde hace años

Imagen de archivo / Diyosa Carter

Alfonso, ayudante de Museos, llevaba trabajando varios años en el Museo de América, en Madrid, y se vio obligado a dejarlo, "hay muchas personas de los cuerpos a los que pertenecemos que realmente no pueden llegar a fin de mes, especialmente las que vivimos en Madrid. Con un sueldo como el que tenemos es imposible". Su caso es el mejor ejemplo de lo que está pasando con los funcionarios de Cultura, "me ilusionaba mucho mi trabajo pero me tuve que ir porque no me alcanzaba el dinero. Ahora estoy trabajando en el Ministerio de Universidades, estoy muy contento porque tengo un trabajo que me gusta mucho, pero al final no es para lo que yo me preparé ni para lo que oposité. Y como me ha pasado a mí, le pasa a muchísimas otras personas".
La igualdad y la promoción profesional son derechos que defiende la función pública pero tal y como denuncian algunos funcionarios estos derechos no se están cumpliendo. Como explica Alfonso, "los que pertenecemos a los grupos A1 y A2, más o menos podemos salir adelante, pero muchas de las personas que forman parte del cuerpo de auxiliares apenas llegan al salario mínimo. No ganamos lo suficiente y es una situación injusta frente a la mayoría de cuerpos de la Administración". Por ejemplo, el cuerpo de facultativos de Museos es el segundo peor pagado de toda la Administración del Estado, "esto es reflejo de un problema muchísimo más grave. No tiene tanto que ver con el dinero sino con la importancia que se da a la custodia del patrimonio. Somos trabajadores muy especializados y que estemos tan mal pagados provoca una fuga de talento tremenda dentro de museos, archivos y bibliotecas. Y eso hace que el patrimonio no esté bien gestionado y que, incluso, pueda quedar eventualmente desprotegido".
Dentro del mismo grupo las diferencias salariales pueden llegar a ser de miles de euros teniendo en cuenta el sueldo base y los complementos. Como denuncia otra funcionaria, que prefiere mantenerse en el anonimato, "las diferencias que hemos visto entre cuerpos son escandalosas. Por ejemplo, los cuerpos del Ministerio de Cultura en la categoría más alta que podría ser un jefe de un museo, de un archivo o de una biblioteca, entran en el nivel 24, que es el mínimo posible con ese grupo, y su complemento de destino suele ser 7.000 euros. Si nos comparamos, por ejemplo, con un compañero que sea técnico de Hacienda, a lo mejor entra con un nivel 26 y con un complemento de destino de 12.000 euros". Una situación que provoca que se aproveche la más mínima oportunidad de promoción, "según los datos que hemos podido recabar más o menos el 20% del personal de museos estatales trabaja fuera del Ministerio de Cultura porque es mucho mejor valorado. Compañeros archiveros que trabajan fuera del Ministerio han llegado a incrementar su sueldo 600 euros".

Exposición en el Museo del Prado de Madrid / Europa Press News

Exposición en el Museo del Prado de Madrid / Europa Press News
La mala situación en el sector privado influye en la búsqueda de unas condiciones laborables estables y de un trabajo fijo, denuncia esta funcionaria que también considera muy importante el hecho de que se trate de trabajos históricamente feminizados. "Cuerpos como el profesorado, las enfermeras y todo el sector cultural, casualmente no han mejorado sus condiciones laborales en el siglo XXI, prácticamente no ha habido variación, no ha habido una reconsideración, sin embargo, otros cuerpos tradicionalmente masculinos sí que tienen mejores condiciones. Si estudiamos la proporción de mujeres en los cuerpos de Cultura y la proporción en los cuerpos con mejores salarios, los cuerpos con mejores salarios de la Administración son principalmente masculinos y los cuerpos con peores salarios son femeninos".
Estas diferencias salariales obligan a muchos funcionarios a renunciar a su plaza, como denuncia otra facultativa de Bibliotecas. "El tema del salario es increíble, con decirte que algunos auxiliares de bibliotecas, archivos y museos renuncian a su plaza. Después de todo el proceso de haber estudiado una oposición y de aprobarla renuncian, por ejemplo, si les toca de destino Madrid, porque con ese salario no pueden vivir en Madrid. Tengo un compañero que es auxiliar de bibliotecas, y al pasar de una universidad a la Administración General del Estado en el mismo nivel, perdió más de 400 euros de sueldo netos al mes".
A esta situación se suman las pocas posibilidades, una vez que ya eres funcionario de carrera, de subir de nivel con el paso de los años. "Estamos hablando de que a lo mejor una persona que entra como ayudante de bibliotecas puede llevar una década o más trabajando en una institución, ser a lo mejor una de las mayores expertas que hay en un tipo de material, en un período histórico o en un archivo y que su salario no se haya incrementado lo más mínimo. El problema de promoción también existe".

Imagen de archivo / Catherine McQueen

Imagen de archivo / Catherine McQueen
Son varios los factores que dan lugar a esta situación laboral precaria pero todos coinciden en denunciar la poca relevancia que se le da al trabajo cultural. Una situación de la que es consciente el Ministerio, explica una de las funcionarias, "el ministerio no es tonto y lo que hace es bloquear posibles salidas. Tú tienes derecho a una promoción profesional pero si tu centro de trabajo considera que eres fundamental te bloquean esa salida. No solo dentro de tu propio centro de trabajo no tienes derecho a la promoción, sino que cuando se te da la oportunidad fuera, te bloquean esa salida".
De manera individual se han cursado varias quejas que aún no han tenido respuesta, también hace un año, nos explican, el secretario de Estado de Cultura, Jordi Martí Grau, aseguró que estaban trabajando para mejorar esta situación, "ha pasado prácticamente un año de esas declaraciones y nuestra situación laboral no ha cambiado nada en absoluto. Responsabilizan a Función Pública y Función Pública le está pasando la pelota al Ministerio de Cultura. Nuestros compañeros de Museos han comenzado a organizarse y han creado una asociación para tener más peso en nuestras reivindicaciones".
Se trata de tres asociaciones porque los profesionales de museos, archivos y bibliotecas se dividen en tres cuerpos distintos, explica Alfonso, "somos tres asociaciones la Asociación de Conservadores de Museos, la Asociación de Ayudantes de Museos y la Asociación de Auxiliares de Museos. El principal objetivo es, sobre todo, darle a nuestra labor la importancia que tiene. Somos un cuerpo sumamente desconocido por la sociedad y el hecho de que se nos pague tan poco es síntoma de que no se le da la importancia debida a la cultura, al patrimonio y a las personas que trabajan custodiándolo. Nuestro objetivo final es la defensa de nuestros intereses económicos y profesionales".
Sobre esta situación el ministerio de Cultura reconoce y es consciente, así lo aseguran desde el departamento de Urtasun, de las condiciones laborales de los trabajadores y la falta de promoción profesional y de que existe mucho margen de mejora. Y reafirman ese compromiso con un plan de trabajo que contempla la incorporación de personal, la revisión de las condiciones para los complementos retributivos y la mejora en las perspectivas de la carrera profesional.
Según datos del Ministerio en 2024 se incorporaron 570 nuevos efectivos, 368 de cuerpos especiales y 202 de cuerpos generales y se han iniciado los procesos para la incorporación de 365 efectivos de cuerpos especiales en el departamento este año. Sobre el complemento de productividad se han revisado las condiciones para que las categorías inferiores puedan optar a él. Hasta finales del año pasado se mejoró la productividad hasta el nivel 22. Y durante 2025 el objetivo es que se revisen los complementos de productividad de los niveles medios y de los titulares de las direcciones de centros archivísticos y museográficos. También están trabajando en un plan global para la mejora de perspectivas de la carrera profesional. Todas estas líneas de trabajo se están llevando a cabo con las representaciones sindicales, que por primera vez se reúnen con un ministro al frente del departamento.




