La energía que producen Suecia, Francia o Alemania es pública: conoce el mapa de los modelos de propiedad del sistema eléctrico

Madrid

El debate sobre la nacionalización de Red Eléctrica de España se ha vuelto a poner sobre la mesa tras el apagón del pasado lunes. De nuevo, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha reclamado esta medida al igual que los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT. No es inusual que en Europa haya países que han nacionalizado empresas energéticas o que se dedican a su distribución y comercialización. Suecia, Francia y Alemania son algunos ejemplos, aunque es necesario recordar que, para hablar de un sistema eléctrico público o privado, primero hay que determinar en qué fases de dicho sistema la titularidad es una u otra.

Mario Sánchez-Herrero, profesor de Economía en la Universidad Complutense de Madrid, explica que hay hasta cuatro fases en el sistema eléctrico: "La generación de energía, el transporte, la distribución y la comercialización". Aplicando este principio en España, argumenta que Red Eléctrica es la "encargada de gestionar y transportar el suministro desde las centrales hasta los centros de transformación": "Lo hace a través de la alta tensión, por las torres que vemos en la carretera". La siguiente fase es la distribución, donde entra en juego empresas que en el caso de España son fundamentalmente tres (Endesa, Iberdrola y Naturgy): "Son las que se encargan de llevar la electricidad desde los centros de transformación a los hogares y a las industrias".

Amplia riqueza de modelos en Europa

Si nos preguntamos por la titularidad de Red Eléctrica de España, es privada, aunque el socio mayoritario es el Estado con un 20% del accionariado. De hecho, no puede tener menos del 10% por ley. El resto de inversores, de capital privado, se reparten el 80% de las acciones restantes, pero ninguno de ellos pueden tener más del 5% del capital social de la empresa.

Sobre el sistema eléctrico de nuestro país, ninguna de sus fases tiene titularidad pública. En cambio, el de Suecia, es público en su totalidad: "La generación y la distribución está en manos del Estado". Otro ejemplo lo tenemos en Francia tras la nacionalización en 2023 de la principal compañía eléctrica del país por parte del Gobierno de Macron: "Electricidad de Francia es 100% pública y es la que genera la energía en el país con el parque de centrales nucleares a la cabeza. El Estado tiene la mayor parte del capital de la compañía del transporte allí. Al final, aunque indirectamente, el sistema eléctrico galo también está en manos públicas".

En Alemania, la crisis energética tras el estallido de la guerra en Ucrania llevó al Gobierno a nacionalizar la eléctrica UNIPER y la filial germana de la gasista rusa GAZPROM. Desde entonces, la generación de electricidad es pública. No obstante, el transporte corre a cargo de una empresa holandesa de titularidad privada.

En otros países como Austria y Dinamarca, este último líder europeo en renovables (88%), el Estado es el accionista mayoritario de las principales energéticas. En el lado opuesto está Polonia donde, según Sánchez-Herrero, "todo está privatizado".

Debate sobre la titularidad pública en España

"Hay una regulación muy estricta que determina cómo deben funcionar las empresas privadas", explica Sánchez-Herrero, "la intervención del sector público es completa, porque las ganancias de dichas compañías las fija una orden ministerial". En esto coincide el catedrático de Economía e investigador de FEDEA, Diego Rodríguez: "Tal y como rezan las indicaciones técnicas y económicas de la electricidad, no se permite desplegar redes paralelas sobre el mismo territorio. Por tanto, son monopolios locales".

Precisamente, es en este punto en el que considera que tiene sentido el debate sobre si nacionalizar o no las redes de transporte y distribución. Aunque es partidario de "aprovechar la eficiencia del sector privado en su gestión siempre y cuando haya una intervención pública firme que evite que esas empresas puedan extraer rentas excesivas por su posición de dominio en el mercado".

Por su parte, Sánchez-Herrero indica que "no es tan relevante que sea público o privado el transporte de la energía o la distribución. Aunque sí subraya un elemento de interés, como el autoconsumo: "Se ve ralentizado por los comportamientos poco favorables de las empresas distribuidoras privadas. Va en contra de su propio negocio, toda electricidad que produzcamos con nuestros paneles es electricidad que no le compraremos a empresas que también tienen generación como Iberdrola y Endesa".

No obstante, el también fundador de Ecooo Energía recalca que es en el ámbito de la generación donde "es necesario un mayor control público para mantener el equilibrio entre oferta y demanda": "Sería interesante tener una empresa pública que gestionara las centrales hidroeléctricas. Así se evitaría que perseguir el máximo beneficio esté por encima de la sostenibilidad del sistema para que no se caiga. A veces, generan energía en momentos en los que no tiene sentido".