Un año despúes de su venta, volvemos a Tribulete 7. Cuando entra una socimi, los vecinos salen por la puerta
El edificio en el barrio de Lavapiés es un símbolo de resistencia vecinal ante la especulación inmobiliaria

Un año despúes de su venta, volvemos a Tribulete, 7. Cuando una socimi entra, los vecinos salen por la puerta
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Nuestra compañera de Radio Madrid, Isabel Salvador, regresa a Tribulete, 7 para hablar con los vecinos que, un año después, resisten en sus pisos. De los 55 vecinos que vivían tan solo quedan 24 que malviven con unas obras de rehabilitación que hacen su vida casi imposible. Cables colgados del techo, puertas anti-ocupación y humedad. Mucha humedad. Porque como nos cuentan "si se cae el techo de una vivienda o se rompe un grifo, no lo arreglan y se filtra al vecino". Feli es una de las inquilinas que vive con su marido y sus dos hijos pequeños. Uno de ellos es un bebé de 5 mesos que tiene que compartir cama con ellos porque el colchón de su cuna está completamente invadido por el moho. Toda la casa tiene moho que hace que los niños sufran broncolitis y que ella tenga que abrir las ventanas para ventilar gran parte del día.
La propiedad alega que son obras de mejora del edificio
Elix Rental Housing es la Sociedad Cotizada de Inversión en el Mercado Inmobiliario, Socimi, que compró en marzo de 2024 esta finca. En principio estas sociedades fueron creadas para dinamizar el mercado del alquiler, pero nos cuenta el economista y expresidente del Banco Hipotecario al final han provocado todo lo contrario. Se les concedieron una serie de beneficios fiscales, como no pagar el impuesto de sociedades, que no se deberían mantener si no aseguran un alquiler asequible de las fincas que compran, apunta Rodríguez. Es precisamente ese una de las acciones que el presidente del gobierno anunción el pasado mes de enero para facilitar el acceso a la vivienda.




