El punto débil de Sandra Barneda por culpa de su dislexia: "No puedo decir ni uno"

Sandra Barneda, periodista, presentadora y escritora, se sinceró sobre los obstáculos que le ha supuesto la dislexia a lo largo de su vida. Lo hizo en una entrevista en el pódcast 'A las bravas', conducido por Raúl Pérez, donde los invitados deben ir respondiendo preguntas mientras comen patatas con salsas cada vez más picantes. Barneda habló sobre su trayectoria, su forma de trabajar y las dificultades personales que ha afrontado por su condición.

Cuando el entrevistador le preguntó si es más difícil escribir siendo una persona mediática o siendo disléxica, Barneda no dudó: "Pues mira, hacerlo siendo disléxica… ayuda mucho el corrector de Word". Confesó que se da cuenta de los efectos de su dislexia cuando está cansada o nerviosa: "Sé que cuanto más nerviosa estoy o más cansada lo noto, porque empieza a trabajar [el corrector] y digo: ¿qué está pasando?".

La autora de 'Un océano para llegar a ti' (finalista del Premio Planeta en 2020) reconoció que los idiomas también son un reto. "Para mí los idiomas es muy complicado porque hago estructuras… Por ejemplo, con mi pareja, discutir en inglés, he descubierto que es un puñetero proceso. Y entonces me mira y me dice ‘I don't understand you, what are you saying’. Y entonces, entre la dislexia y eso, no puedo ordenar las palabras en inglés y controlar mi emocionalidad".

A pesar de todo, Barneda ha seguido escribiendo novelas y desarrollando su carrera sin dejarse frenar por el qué dirán. "Lo de escribir novelas siendo mediática… yo creo que hay que hacer las cosas porque las haces y que te importe un pimiento, porque ya sabes que te lo van a decir. Yo no pretendo ser Saramago, conozco mis limitaciones. Yo lo que tengo es una necesidad de crear historias. Quien las quiera leer, que las lea".

Durante la conversación, Barneda también reveló cómo descubrieron que era disléxica cuando trabajaba en La noria, un programa de televisión que exigía leer informes complejos. "Un día un chico me dice: 'Tía, es que no se te entendía, no entendía qué narices hacías. Tú eres disléxica'. Entonces yo le dije: 'Sí', porque yo tardé mucho en leer. De niña le dijeron a mis padres que no servía para estudiar".

Además, compartió lo difícil que le resulta decir refranes correctamente. "No puedo decir ni uno, ni siquiera el del corazón partido. Mi mente explota, cortocircuita", confesó entre risas. Para ilustrarlo, recordó una escena en la que confundió una expresión durante una llamada para cerrar un contrato: "Dije 'nos tiramos por la ventana' en vez de 'tirarnos a la piscina'. Mi amiga me decía: '¿Pero qué dices?'".

A pesar de haber lidiado con un trastorno que muchas veces pasa desapercibido, ha conseguido construir una carrera sólida y no ha renunciado a su vocación como narradora.