Inés Hernand, sobre la transfobia: "No podemos exterminar la dignidad humana. El desprecio a otras vidas nos debería de indignar"
"Hay muchísimas conversaciones que nos llevan a un mundo mejor y restaurar las cosas está en nuestras manos"
ÍBAMOS A SALIR MEJORES_Derechos Mujeres Trans
Madrid
Íbamos a salir mejores pero vuestro odio no limitará nuestra libertad. Sois muchos los y las taxistas que me saludáis y me decís que nos escucháis cada noche. Lo primero de todo, gracias. Lo segundo, soy consciente del alcance que tienen nuestros relatos y que en ocasiones nos pedís que seamos sencillos explicando cosas complejas porque queréis entender a vuestras hijas, a vuestras amigas o a vuestras vecinas.
Pues bien, hoy vamos con un tema con el que se ha generado especial controversia estos días: los derechos de las mujeres trans. Os explicaré por qué nos interesa a toda la sociedad defender la vida de todas las personas, sin excepción. Hace unos días salía una sentencia del Tribunal Supremo del Reino Unido que limitaba la definición legal de mujer al sexo biológico, excluyendo por tanto a las mujeres trans. En este punto conviene refrescar que las mujeres trans son mujeres que han nacido con un sexo con el que no se identifican o no desean expresarse a lo largo de su vida. Las motivaciones para ir en contra del colectivo trans son diversas y es uno de los grandes cismas del feminismo de los últimos tiempos, porque hay algunas mujeres que están en defensa del sexo biológico, y básicamente en contra de que “ser mujer” sea algo identificable, y que solo se es mujer si se tiene vulva.
Señoras, hay mucho más allá del binarismo desde las antiguas civilizaciones. Incluso científicamente hablando. Yo soy mujer con vulva y no me siento eliminada de mis luchas porque una persona se identifique como mujer, la verdad. Al contrario, la entiendo aliada de mis problemas y yo me siento aliada de los suyos.
Entre tanto, desde esa facción transexcluyente, siempre se ha argumentado que hay encubrimiento de depredadores que se manifiestan en baños, deportes o cárceles entre otros. Como si hiciera falta pedir el DNI en un vestuario para que un hombre, si quisiera agredirte, pueda hacerlo. O como si una persona que dice sentirse mujer después de violarte para huir de la justicia, no fuese un claro fraude de ley.
El verdadero objetivo de grupos como For Women Scotland, financiado en parte por la escritora de la saga Harry Potter, JK Rowling, es excluir al colectivo trans de la participación política del país, ni más ni menos. Esto es algo que si te llevas a cualquier sector es para que nos llame la atención como poco: legislar sin involucrar a las personas afectadas.
¿A qué conduce todo esto? Porque en realidad se podría trasladar a la creación de cualquier norma: la Ley de Vivienda, al Estatuto de los Trabajadores, la Ley de Extranjería… pues básicamente a la desestabilidad social, a generar discriminación, a su borrado y a que colectivos, como el colectivo trans, sea víctima de una aún mayor injusticia. Las normas de una sociedad se han de construir a través del diálogo y la participación ciudadana, especialmente si esto afecta a su forma de vivir cada día, no a través de la exclusión y la vejación, a través del odio y del anquilosamiento a discursos que ya no van de la mano de todas sus ciudadanas. Este tipo de discurso no deja de ser una estrategia represiva de control social. La ley ha de estar al servicio de su ciudadanía.
Esto no es una cuestión de agenda, no es una cuestión de wokismo, esto son derechos humanos contrastados con datos y en nuestro país, también está ocurriendo: En España, el 42% de las personas trans ha experimentado discriminación en el ámbito laboral, cerca del 77% de las mujeres trans han sufrido discriminación a la hora de buscar trabajo, en el caso de que lleguen a una entrevista, dado que tienen menos posibilidades y si llegan, tendrán menos oportunidades de obtener el puesto que otras personas.
Por no hablar de todas aquellas personas que directamente optan por ocultar su identidad para que no les genere conflicto. Y así con todas las cosas que afectan en su día a día: desde cómo te nombren en un espacio público, que te patologicen en una consulta médica, hasta la problemática en la búsqueda de trabajo o vivienda, con especial agravante si eres mujer y migrante. No podemos exterminar la dignidad humana. El desprecio a otras vidas es algo que nos debería de indignar profundamente. La integridad se da a través de educación, de igualdad de oportunidades, de ceder voz y espacios, de lo que se puede aprender muchísimo. Y sobre todo, de no dar las cosas por perdidas, porque hay muchísimas puertas y muchísimas conversaciones que nos llevan a un mundo mejor y restaurar las cosas está en nuestras manos.
Gracias a la comisión feminista, a la asociación euforia familias trans aliadas, a transexualia, al cogam por acompañar a familias y a personas trans, por hacerlo a través de la formación y la comunicación. Nadie nace sabiendo y todavía tenemos mucho que aprender. Íbamos a salir mejores y efectivamente, acabaremos con este bloqueo medieval.
Íbamos a salir mejores, pero vuestro odio no limitará nuestra libertad