Manuel Carrasco se emociona al volver a tocar una de sus primeras canciones

Madrid

El mar es para Manuel Carrasco (Isla Cristina, Huelva, 1981) vida y sustento: "Mi padre fue pescador y todo en mi vida tiene que ver con el mar: los guisos, el olor de la ropa, la canasta de la pesca, el muelle, el barco, las horas de espera, los naufragios", recuerda el artista.

"Manolillo, cántate algo", le decía cuando compartían tiempo en el bar. Porque, además de traerle el mejor pescado, su padre también fomentó su interés por la música: "Lloraba escuchando a Camarón". Con dos palos le hizo dos baquetas y le regaló su primera guitarra a los once años: "Está rota, pero todavía la guardo. Me acuerdo que el primer acorde que toqué fue el Do y la primera canción que aprendí fue la de David el Gnomo. Me la enseñó mi vecino de abajo".

Hoy, en esta entrevista con Mara Torres en' El Faro', estrena nueva guitarra para dedicarle una canción muy especial: Montañas de sal. Es un tema que le escribió hace veinte años y que está incluido en su segundo disco. "No sé si me acuerdo de los acordes", aseguraba antes de ponerse a tocar un tema que dice: "Montañas de sal. Tú, marinero en alta mar. El beso eterno en el salón y la alegría del poniente de tu mano. Tanto corazón en tu vientre azul llenando tantas vidas. ¿Qué sería de nosotros si no estás?".

Ahora, dos décadas más tarde, publica 'Pueblo salvaje II' y, echando la vista atrás, Manuel Carrasco es consciente de que forma parte de un oficio que ni siguiera pensaba que pudiese ser para él: "Soy el único de cinco hermanos que ha estudiado. En mi barrio siempre decíamos que los que estudiaban eran los hijos de los maestros y que el resto íbamos directos al trabajo duro para llevar dinero a casa". Pero las ganas pudieron con la inseguridad y con los límites impuestos: "He hecho todo muerto de miedo, pero lo he hecho".