El Supremo condena a una Letrada de la Administración de Justicia por tratar de anular una multa de tráfico

Madrid

La sala de lo penal del Tribunal Supremo ha condenado a un año y nueve meses de cárcel por falsedad documental a una letrada de la Administración de Justicia de Barcelona que a espaldas de la titular del juzgado admitió a trámite una multa de tráfico, se inhibió en favor de otro juzgado y cuando la pillaron quiso hacer desaparecer sus propios recursos.

Era la segunda multa que le llegaba desde Cádiz porque su antigua scooter de la que se deshizo hacía diez años no había pasado la ITV. La primera multa estaba recurrida y con esta segunda quiso acortar los plazos.

Se admitió a sí misma su propio recurso y dictó el auto de inhibición al juzgado que ya estaba conociendo del primer recurso. Al llegar el juicio, ese juez la pilló y anuló las actuaciones por vulneración de derechos. La Audiencia de Barcelona condenó a la LAJ a tres años de cárcel que ahora rebaja el Tribunal Supremo.

La sala comparte que hay delito de falsedad documental pero matiza que aunque intervino en su procedimiento en su condición de funcionario público, no lo hizo como el funcionario que podía cometer esa falsedad porque el único que puede dictar autos es el juez y no un LAJ. Se produjo "la simulación o confección de un auto por quien no puede dictarlo ni hacerlo", dice la sala.