Fútbol para olvidar la guerra en Ucrania: así es 'el torneo de los fuertes' en el que todos los jugadores tienen alguna extremidad amputada

Enviado especial en Kiev

Estos días se ha jugado en Kiev el 'Torneo de los fuertes', una liga de fútbol cuyos jugadores son personas que han tenido que amputarse alguna extremidad a consecuencia de la guerra.

El enviado especial de la SER, Nicolás Castellano, asistió al estadio de la capital ucraniana donde se disputa esa liga y pudo hablar con algunos de esos supervivientes agarrados a la esperanza del deporte para superar sus traumas y deseando que "la paz llegue pronto" entre Ucrania y Rusia. Solo en el último año se han colocado en Kiev más de 1.000 prótesis.

Deivid es de Barranquilla (Colombia) y perdió la pierna izquierda por una mina mariposa. Estuvo tres días en el búnker con un torniquete y compañeros muertos. A Valentino otra mina le arrancó la pierna derecha en Jarkiv hace poco más de un año. Ahora es el capitán del Pokrova , el equipo procedente de Lviv que ha ganado el campeonato nacional de esta liga de los amputados por la guerra.

Olga tiene 33 años y dos hijos. Ella perdió la pierna en la guerra de Crimea, en 2014, cuando el peso de la artillería cayó sobre ella. Es la capitana del equipo de veteranos. Su marido despareció en Bajmut, en 2023.

Anatoli tiene 31 años y es de Donetks, cerca de Pokrova, uno de los epicentros de la guerra ahora mismo . Estuvo mes y medio capturado por los rusos tras la toma de Azov.

Román Semenyuk, de 30 años, vive en Kiev pero dice que es del Barça. Siempre soñó con llevar la camiseta del Shaktar y pudo ponérsela como portero titular, aunque le falte un brazo. El pasado domingo tuvieron que parar el partido de fútbol más importante de su vida y refugiarse durante casi media hora bajo tierra. En cualquier caso, destaca lo "terapéutico" que es el fútbol para ellos y destaca el ejemplo que dan a sus compañeros que estén ahora en el hospital.

La final se jugó junto al estadio olímpico y el Pokrova se proclamó vencedor de esta liga tan peculiar donde los problemas de la guerra se dejan por unos momentos fuera del campo.