¿Somos nosotros o son ellos?

Madrid

Catorce días después del gran apagón, persisten los interrogantes. Nadie, por ejemplo, ha sabido responder a la pregunta de cuánta gente a las 12,33 exclamó en voz alta ¿somos nosotros o son ellos? Pongamos que no fueron los cincuenta millones de españoles. Pongamos que solo fueron la mitad, veinticinco millones. Como esos puentes que colapsan cuando los cruza un ejército marcando el paso, seguro que alguna red de distribución léxica colapsó cuando esos veinticinco millones de españoles preguntaron a la vez ¿somos nosotros o son ellos?

Y ocurrió lo que tenía que ocurrir: que se fundieron los fusibles de esas palabras, y quienes fueron después a buscarlas en el almacén de vocablos se encontraron los estantes tan vacíos como los del papel de váter.

Mientras redacto estas líneas, me doy cuenta de que me está saliendo un artículo de Juan José Millás. También eso debe de ser consecuencia del apagón. Hasta hace dos semanas, los articulistas éramos quienes éramos; después, nos hemos convertido en otros. A mí me ha tocado Millás, pero podía haberme tocado Manuel Vicent o Maruja Torres. ¿A quién le habrá tocado ser yo, desdichado?

Por suerte, los técnicos de la Red Léxica Nacional demostraron su eficiencia y su profesionalidad. A las diez horas del apagón, ya estaba otra vez la palabra somos en su estantería; una hora después reapareció nosotros, etcétera. Ahora solo me pregunto si la semana que viene me volverá a salir un artículo de Millás o de quién.