De trabajar como payaso en comuniones a ganar un Goya: la divertida historia de Salva Reina

Madrid

Salva Reina es uno de esos rostros que se ha ido ganando un sitio en el cine y la televisión a base de constancia, naturalidad y una simpatía desbordante. Aunque nació en Gran Canaria, siempre se ha considerado malagueño, y fue precisamente en Andalucía donde Canal Sur apostó por él en 2004 con la serie SOS Estudiantes. Desde entonces, su carrera no ha dejado de crecer, hasta alcanzar uno de sus mayores reconocimientos este año: el Goya a mejor actor de reparto por su papel de Felipín en El 47.

"Papá, mamá, lo dejo todo. Quiero ser payaso", le dijo a sus padres con 19 años, cuando abandonó la carrera de Química para lanzarse a lo escénico. La frase parece una metáfora, pero fue literal. "Mis padres, al principio, estaban preocupados por hacerme payaso y actor. Cuando ven que te vas ganando la vida y que eres feliz, lo van aceptando. No me lancé a hacer arte dramático por cobardía, porque parecía no tener salidas", ha comenzado contando Reina en 'La Ventana'.

El humor fue su forma de expresión desde joven, especialmente en los campamentos de verano, donde comenzó a actuar. "Empecé ingeniería química, hice INEF, me hice profesor de gimnasia y llegué a dar clase. Tenía una voz de pito y era imberbe, llegaba a la sala de profesores y me preguntaban: ¿Quién es tu tutor?", ha explicado Reina.

Salva ha hecho un breve repaso desde sus inicios y cómo la pasión por el entretenimiento le llevó por el camino de la actuación. "Soy muy feliz desde que hacía animaciones como payaso en comuniones. En aquella época me decía que a ver si triunfaba un día. Yo pensaba que ya estaba triunfando porque podía pagar el alquiler, pagarle el café a un colega. El éxito es estar en el camino y no tener remordimientos, estar aquí. He desarrollado la técnica CVL: 'Conforme van llegando'"·, ha dicho entre risas el actor malagueño.

El actor recuerda el momento de subir a recoger el Goya con emoción, apuntes en mano, y agradecimientos a familia, amigos, compañeros y a su pareja. "Yo no sabía ni donde estaba. Era una vorágine de sensaciones. Hubiera abrazado a Richard Gere si hubiera estado preparado. Los otros compañeros nominados son increíbles, y fue muy bonito. No pensé que me emocionaría tanto. No quería subir, quería correr por ahí", ha contado.

Aunque muchos le conocieron por su papel en la serie 'Allí abajo' (2015), donde retrataba los contrastes culturales entre el norte y el sur de España, su trayectoria también abarca el cine de autor ('La isla mínima'), el teatro, los monólogos y espectáculos de humor como 'Prohibido echarle cacahuetes al mono', con el que sigue de gira. Pero Salva Reina también es un agitador cultural: es dueño de La Cochera Cabaret, una sala en Málaga donde se programan espectáculos alternativos.

Este viernes el actor estrena 'Legado', una nueva serie de Netflix en la que comparte pantalla con José Coronado. En ella interpreta a uno de los hijos de Federico Seligman, un magnate de la comunicación que regresa tras dos años de enfermedad para descubrir que sus hijos han desviado el rumbo familiar. La serie consta de ocho episodios.