El día que Mujica rechazó el tratamiento de cáncer que le ofreció Biden en EEUU: "Yo me atiendo en el hospital público en Uruguay"

El legado de Pepe Mujica es ya eterno. El expresidente de Uruguay es considerado uno de los líderes izquierdistas más importantes de la historia por su carácter humilde y su continua lucha por los derechos de los trabajadores. 'Hora 25' ha querido recordarle tras su muerte con el testimonio del periodista Martín Caparrós y el profesor Pablo Gentili, amigo íntimo de Mujica.

"Era defensor de cosas variadas, tuvo por lo menos cuatro vidas muy distintas", señala Caparrós, que lo destaca por decir "cosas que otros no decían y que habían de dejado de decir hace tiempo". "Si las decía él sonaban de otra manera. Tenía esa forma de decir que parecía que te lo estaba contando tu abuelo", ha recordado el periodista en la SER.

Caparrós ha querido recordar cuando le preguntaron a Mujica que cómo quería que le vieran las generaciones futuras, a lo que él contestó que no quería que lo recordaran, que si podían que le olvidaban, porque no hay nada peor que la nostalgia. "A los muertos hay que enterrarlos y respetarlos una vez al año. No se construye nada con los muertos, la gente tiene que seguir para adelante, hay que servir para abono y no para estorbo", decía Mujica, que seguro que sirve para abono a gran parte de la izquierda mundial.

Su preocupación por el medio ambiente

Su amigo Pablo Gentili, profesor de la Universidad de Río de Janeiro y miembro del Banco de Desarrollo de América Latina, lo describe como una persona profundamente preocupada por el cambio climático y el medio ambiente. Unas preocupaciones que le llevaron a tener una íntima relación con el también recién fallecido papa Francisco.

"Para Pepe la causa de la humanidad era la ambiental, la planetaria, preocupación que compartía con el papa Francisco, ahí eran muy proximos los dos", ha contado Gentili, que revela que una de las penas más profundas que tenía Mujica era no creer en Dios. "No lograba entender la izquierda que no fuera capaz de encontrar una causa común en algunos temas fundamentales. No entendía como una persona de izquierdas no podía amar a gente de derechas", indica Gentili.

El profesor lo acompañó en sus últimos días, donde disfrutó de su cotidianedad que le hacía "una persona admirable y querible". "El abuelo que todo queriamos tener, siempre recibiendo en su casa", comenta sobre el expresidente uruguayo.

La anécdota con Biden en un asado

Gentili ha contado una anécdota imperdible de Mujica con el expresidente estadounidense Joe Biden en un asado. Dice que el profesor estaba con él cuando alguien llamó a su guardaespaldas, que al no entender inglés pidió a los presentes que le ayudaran.

Cuando cogieron el telefóno, al otro lado estaba Joe Biden, expresidente de Estados Unidos, que le ofrecía tratarse su cáncer de esófago en el mejor hospital del país norteamericano. Sin embargo Mujica, fiel a sus principios, lo rechazó. Dijo que se atendería en el hospital público en Uruguay. "Donde siempre viví y donde me voy a morir", dijo el referente izquierdista.

"Lo que hay que tratar de seguir haciendo es que haya cientos miles de Pepes Mujicas que pueblen las políticas de nuestro paises", ha sentenciado Gentili sobre la figura de Pepe, de la que dice que hay que tratar de imitar para que la izquierda siga adelante.

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