El escándalo de las apuestas en el tenis llega hasta Roma: varios aficionados, expulsados de por vida al molestar a Munar, De Miñaur y Mensik

Las apuestas en directo en el tenis son un problema más que evidente en este deporte y se ha convertido en una realidad que va en aumento. Tras vivir episodios verdaderamente desagradables en el Challenger de Madrid con jugadores encarándose con la grada por este problema, en Roma se han vuelto a producir unas escenas muy desagradables. Durante los últimos partidos de Jakub Mensik, Alex de Miñaur o Jaume Munar, entre otros, la actitud de un cierto número de aficionados presentes en la grada fue realmente preocupante. Molestaron a los jugadores tratando de distraerles para que perdieran debido a que esos seguidores habían apostado por su derrota.

La Federación Italiana de Tenis no ha dejado pasar mucho tiempo y ha decidido tomar cartas en el asunto cuanto antes. No quieren que el Masters 1.000 de Roma se convierta en un foco de apuestas en directo y ha remitido un comunicado para denunciar estas prácticas: "El fenómeno de los apostantes en directo en las pistas de tenis, al igual que en otros sitios de competición en otros deportes, ha sido vigilado desde hace tiempo por nuestra Federación con la máxima atención. Seguiremos aplicando los controles ya existentes, prestando todo el apoyo a las fuerzas de seguridad para que estos episodios no vuelven a repetirse", ha informado la FITP en un escrito.

Para que esto no siga pasando, amenazan con la expulsión de por vida en el Foro Itálico para todas aquellas personas que han sido interceptadas mientras apostaban en línea y lanzan un serio aviso a todos los que tenían previsto hacerlo: "La FITP se asegurará, al mismo tiempo, de que las personas identificadas como responsables de actividades de este tipo no vuelvan a tener ocasión de volver a pisar una instalación que acoja un acto de la federación".

El 'modus operandi' de quienes apuestan en directo

Las apuestas en directo en el tenis no es un problema de los últimos meses, es algo que se podría remitir, con facilidad, a los últimos diez años. Aunque las casas de apuestas han tomado cartas en el asunto para que no se pueda hacer de una forma tan sencilla, esta problemática sigue ocurriendo todavía de hoy.

Los apostadores compran sus entradas para acudir un día cualquiera del torneo de tenis a ver los partidos que estén previstos en directo. Cuando están en sus localidades, sacan su teléfono móvil y se disponen a apostar en directo a los partidos que están viendo. Cuando el juez de silla 'canta' un resultado, acto seguido lo manda con su dispositivo para que figure ese punto en todos lados. Siempre se produce un retardo y, por muy mínimo que este sea, los apostadores están al quite para ser los primeros y anticiparse a que en la casa de apuestas figure lo que ellos ya han visto en directo. De este modo, aciertan seguro porque van delante de lo que figura de manera oficial.

Esto hace que, desde su butaca en el recinto donde se disputa ese partido en directo, traten de molestar y de persuadir al jugador para que no gane sus puntos y así salir beneficiados a nivel económico gracias a sus apuestas.