"Levántate, porque si no te van a pinchar el culo": la reivindicación de Maruja Torres para movilizar a toda Europa

Madrid

Lo que tienen las expresiones hechas, los lugares comunes, es que incitan a la investigación. Por ejemplo, en estos días se justifica nuestro escaso fervor callejero a favor de Europa alegando que se debe a que damos por sentada su sólida existencia.

Después de repasar en diccionarios he llegado a la conclusión de que, en general, nos movemos poco por Europa no porque la consideremos asentada sino porque la vemos demasiado sentada. Repapada, que diríamos en catalán: derrengada, despachurrada, alcachofada. Lentorra cuando no paralizada.

Podríamos verla también como La mujer sentada que el gran dibujante argentino Copi creó para Le Nouvel Obsegvateg en los agitados años 60. Esa mujer que siempre aparece las con nalgas fijas, desconcertada e inmóvil. "La luna hoy está cuadrada", le informa su doble en la tira cómica. "Debe de haber cambiado de forma", se limita a decir la otra, después de contemplar la novedad sin inmutarse.

La Europa apoltronada, que no reacciona, la que desde su sede-sillón mira sin alterarse cómo va cambiando el mundo, nuestro mundo, cómo van inclinándose los países de la Unión Europea hacia indiferencias cada vez más intolerables. La Europa que solo osa meter la puntita en Putin y que permite a Israel absolutamente todo lo que empieza por Geno y termina por "Cidio". La Europa mal engarzada entre las mieles de la pregonada defensa del derecho internacional y las mierdas de su destrucción real y consentida.

Esa Europa no nos moviliza. Pero sí deberían activarnos en grado sumo la indignación y un grito unánime que deberíamos compartir. A saber, despierta. Despierta, Europa. Levántate, porque si no te van a pinchar el culo y, para desgracia de todos, te puedes desinflar.