Cannes 2025 | 'Dossier 137', el drama que denuncia la impunidad de la violencia policial
El director francogermano Dóminik Moll vuelve a la competición de Cannes 20 años después y tras arrasar en los César con 'La noche del 12' con un solvente drama policíaco enmarcado en las protestas de los chalecos amarillos

Photos de plateau sur le film DOSSIER 137 de Dominik Moll Fotograma de 'Dossier 137' / © Fanny de Gouville // Modds / Fanny de Gouville

Cannes
La carrera del director francogermano Dominik Moll es cuanto menos curiosa. Irrumpió a principios de los 2000 con 'Harry, un amigo que os quiere', película con la que compitió en Cannes, ganó el César a mejor director y protagonizaba el español Sergi López. Después vendría 'Lemming', otra propuesta que pasó por el festival con críticas irregulares. En ambos trabajos combinaba el suspense, el thriller psicológico y la comedia negra en entornos familiares. Tras dirigir varias series y drama sobrenaturales tan fallidos como 'El monje' (con el español Sergi López de Satanás y Vicent Cassel de novicio), resurgió en 2019 con 'Solo las bestias', un interesante thriller de historias cruzadas con una mujer desaparecida tras una tormenta de nieve.
A partir de ahí empezó a perfeccionar los mecanismos del género, los del thriller policíaco, con 'La noche del 12', película con la que volvió a Cannes en la sección Premiere y con la que arrasó en los premios César con seis estatuillas, incluidas las de mejor película y dirección. En esta historia utilizaba el asesinato (sí, otra vez) de una chica joven en Grenoble para diseccionar todo lo que rodea a una investigación, desde un cuerpo policial masculinizado a la dificultad de atrapar al agresor mientras se examinaba, y también cuestionaba, la vida privada de la víctima. Ahora, con ese cambio también en la perspectiva de género, compite en la sección oficial con 'Dossier 137', otro drama policiaco que protagonizaba por primera vez una mujer, la actriz Léa Drucker.
La intérprete, que en los últimos años ha sumado interesantes trabajos como 'El verano pasado', 'Custodia compartida' o 'Close', interpreta a una agente de asuntos internos encargada de investigar los excesos e irregularidad de sus compañeros. Un trabajo aparentemente burocrático de cotejar datos, imágenes e interrogatorios para, en principio, purgar del cuerpo a los policías que se han extralimitado en sus funciones. El director enmarca la historia, inspirado en un caso real, en 2018 durante las masivas protestas en Francia de los chalecos amarillos. Muchos ciudadanos y jóvenes que simpatizaron con el movimiento viajaron a París para algunas de las marchas y protestas, y el Estado francés desplegó todo su cuerpo de seguridad para aplacar y controlar las manifestaciones que derivaron en graves altercados.
Dóminik Moll utiliza imágenes en vertical de las redes sociales, vídeos grabados por los manifestantes, y las cámaras de seguridad de las zonas afectadas para ir reconstruyendo ese caso 137 que da el título a la película, el de un joven de una pequeña localidad que viajó con su familia a la manifestación y acabó hospitalizado por un disparo en la cabeza que le dejó graves secuelas, como problemas para poder volver a hablar. El drama, que sigue en todo momento la minuciosa investigación de esta agente, cruza también la vida personal de la protagonista. Una mujer separada, con un hijo, y cuya ciudad natal es la misma que la de la víctima, lo que hace que se obsesione con encontrar a los culpables.
El director va desmontando poco a poco, con cada dato, testimonio o imagen, la versión de los sospechosos pero se topa con una administración plagada de intereses cruzados, con la frustración de atar todos los cabos y con la impotencia de un sistema en el que es muy difícil condenar a un policía por su violencia. Siempre hay una vía para la defensa propia, un atenuante que señala a la víctima, o directamente un sistema lleno de trampas que fomenta la impunidad en estos casos. También con la ayuda de esas asociaciones policiales cada vez más radicalizadas y de unos medios de comunicación que alarman todo el rato de la inseguridad en las calles.
Pese a lo dramático de la historia, y la intriga con la que juega el realizador, también encuentra espacio para fugas de humor, ya esa en la intimidad del hogar con conversaciones cotidianas, como la de si el mundo se va la mierda mientras seguimos viendo vídeos de gatitos, o con los propios mecanismos de los relatos policiales. El espectador siempre va por delante, tiene más información que los sospechosos, y eso le sirve para hacernos partícipes de los interrogatorios con los que busca pillar a los responsables de la agresión, miembros de una de esas brigadas de intervención rápida que operan casi al margen de la ley en situaciones de crisis.
No es casual que Dóminik Moll toma uno de los tantos casos reales de los últimos años pero lo enmarqué justo después de los ataques de París, donde muchos de esos agentes fueron héroes. Los atentados también sirvieron al Estado francés para alargar en el tiempo el Estado de Emergencia y amparar legalmente de esa forma muchas de las interveciones policiales. Con 'Dossier 137' el director traza un drama solvente y con buen ritmo, subrayado y sin ningún alarde, pero efectivo en su denuncia de unos ciudadanos cada vez más indefensos ante la violencia de un Estado policial.




