María León: "Como mujer y andaluza, he tenido que aprender a tomarme en serio a mí misma para que me tomen en serio los demás"
La actriz protagoniza 'Casa de muñecas', de Henrik Ibsen, la primera obra de teatro feminista

¿Por qué nos empeñamos en aparentar ser felices? Esta es la pregunta que Nora lanza al público en el prólogo de Casa de muñecas, de Henrik Ibsen, una obra que tiene 151 años y que ha adaptado Eduardo Galán y dirigido Lautaro Perotti. Una versión contemporánea de la obra, que hoy estrenan en el Fernán Gómez Centro Cultural de la Villa de Madrid. "Todas las familias suben imágenes idílicas en las redes sociales", dice Nora, a quien interpreta María León. "Cada vez estamos más solos y utilizamos las redes sociales para aparentar todo lo contrario, esa necesidad de compartir es como una droga y es una llamada de atención", advierte la actriz. "Es interesantísimo encontrar, a través de la ficción, historias en las que como público nos podamos sentir identificados y tener aprendizaje. Pero si nos convertimos nosotros mismos en directores de una ficción, es muy peligroso, porque te conviertes en la protagonista de tu propia mentira".
María León, Patxi Freytez, Pepa Gracia, Santi Marín y Alejandro Bruni en 'Casa de muñecas' / Juan Carlos Arévalo
María León, Patxi Freytez, Pepa Gracia, Santi Marín y Alejandro Bruni en 'Casa de muñecas' / Juan Carlos Arévalo
Esta versión de Casa de muñecas traslada a la sociedad actual los conflictos esenciales del texto original, donde Nora enfrenta problemas como la desigualdad de género, la presión social y la lucha por la independencia personal en un contexto marcado por el individualismo y las crisis familiares. Está considerada como la primera obra de teatro feminista, aunque dice León que "Ibsen no la consideraba como tal, aunque no sabía lo moderno que era colocando a la mujer en el centro del relato y rompiendo las normas de las estructuras familiares".
Nora es una mujer que compagina sus estudios con un trabajo a media jornada, al tiempo que está casada y al cuidado de sus dos hijos. Torvaldo Helmer, su marido, le dice que debería descansar más, porque entre la tienda, los niños y sus estudios, apenas duerme. Incluso insinúa que deje su trabajo y los estudios para dedicarse por completo a los niños. "Sigue siendo un tabú que una mujer se permita el derecho de tener un pensamiento propio, una voz propia y que se quiera desarrollar y cuidar a sí misma antes que a su círculo. Las mujeres seguimos arrastrando los cuidados, sosteniendo la felicidad de nuestro entorno antes que la nuestra. Por eso es interesante rescatar este clásico, porque parece que hemos avanzado, que tenemos todas las herramientas, pero tenemos que preguntarnos si realmente las utilizamos o si realmente las tenemos tan presente, porque tanta lucha muchas veces se queda en ruido", lamenta León.

La obra también aborda la amistad femenina, tan importante en estos tiempos crueles, como nos decía la escritora Cristina Rivera Garza. María León coincide en que es muy necesaria, "porque hacemos espejos las unas con las otras y aprendemos. Nadie nace sabiendo, la gente no se equivoca queriendo no y nosotras, que hemos tenido un camino complejo, deberíamos unirnos. Es importante escuchar discursos de las amigas. Decirnos cosas, aunque no estemos de acuerdo. Porque de los discursos que no tienen nada que ver con nosotros, también aprendemos. Es importante la sororidad, el decir las cosas sin miedo, aunque aunque sean equivocaciones, porque es de la única manera que uno tiene de poder escuchar una réplica y rectificar", afirma.
Nora solo quiere que la tomen en serio, dice en un momento de la obra. Decía la actriz en la rueda de prensa que ha construido el personaje buscando qué tiene ella de Nora, así que le hemos preguntado si por ser mujer, joven y andaluza, con un marcado acento, tampoco la han tomado en serio. "Una tiene que aprender a tomarse en serio a sí misma, que es lo que hace Nora en esta obra, responsabilizarse de su felicidad y de ella misma, hacerse cargo. Y eso es un aprendizaje. Yo, como mujer y como andaluza, he tenido que aprender muy forzadamente, porque durante mucho tiempo he pensado que eran los demás los que me tenían que tomar en serio. Como mujer, he tenido que trabajar un poquito más el tomarme en serio a mí misma", responde.
María León está encantada de hacer teatro, porque "no es lo mismo comerte un puchero en casa de tu abuela que en un restaurante muy caro, porque el de tu abuela lleva unos alimentos y unos ingredientes que te favorecen al sistema de otra manera. Pues para mí el teatro es así", dice. Después de Casa de muñecas, tendremos la oportunidad de verla en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, interpretando a Electra, de Sófocles, una adaptación que también firma Eduardo Galán y dirige Lautaro Perotti. Una Electra contemporánea y andaluza, nos adelanta la actriz, con la que hemos hablado de este personaje que se toma la venganza por su cuenta, ante una justicia que siente que le falla. Una Electra feminista, hija de Clitemnestra, a quien también resignificaron desde una mirada contemporánea y feminista Karina Garantivá y Marta Poveda.

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