El Manchester City cierra un año para olvidar con la derrota en la final de la FA Cup ante el Crystal Palace
El solitario gol de Eberechi Eze da al Crystal Palace el primer título de su historia

Bernardo Silva, Kevin de Bruyne y Pep Guardiola lamentan la derrota en la final de la FA Cup / Mike Hewitt

Eberechi Eze, del Crystal Palace, desató una gran fiesta en el sur de Londres al marcar el único gol que permitió al club ganar la FA Cup por 1-0 contra el Manchester City y conseguir su primer gran trofeo en su historia. Dos claros protagonistas: Eze, quien remató de volea a los 16 minutos, y el exportero del Manchester United, Dean Henderson, ya que realizó una heroica jugada en la portería del Palace. Los de Guardiola, por su parte, desperdiciaron un montón de ocasiones, incluyendo un penalti, en una final apasionante.
Después de que el delantero inglés Eze, cuyos goles en cuartos de final y semifinales catapultaron a su equipo a la final por tercera vez, anotara completamente a contracorriente, el Palace tuvo que sobrevivir al asedio del City para desatar una celebración desenfrenada.
Henderson detuvo un penalti a Omar Marmoush en la primera parte, lo que puso fin a una temporada desgarradora en la que el City perdió la final de la Copa por segunda temporada consecutiva, culminando una angustiosa campaña en la que han sido destronados como potencia del fútbol inglés y se quedarán sin un trofeo nacional por primera vez desde la temporada 2016-17. Para las numerosas filas del Palace, vestidas de morado y azul, fue un día de alegría desenfrenada. El equipo de Oliver Glasner se aprovechó de la suerte para que la tercera fuera la vencida tras sufrir derrotas en sus dos finales de la FA Cup anteriores, en 1990 y 2016. Glasner, quien asumió el cargo hace 15 meses, se convierte en el primer entrenador austriaco en ganar la FA Cup.
El City ha sido una gris imitación del equipo que ha dominado el fútbol inglés durante la mayor parte de la última década. Pero su inicio en Wembley sugería que el equipo de Pep Guardiola estaba decidido a demostrar que los rumores sobre su desaparición habían sido muy exagerados. Tras elegir una alineación ultraofensiva sin centrocampistas defensivos, el City acorraló al Palace en su propio campo durante los primeros 15 minutos, con Kevin de Bruyne manejando los hilos en la que fue su última aparición en Wembley con la camiseta del City.
Henderson, superlativo
En el minuto 16 de partido, el Palace finalmente rompió el asedio y, en su primera incursión tras la línea de mediocampo, destrozó las líneas del City. Jean-Philippe Mateta habilitó a Daniel Muñoz y su centro fue recibido por Eze, quien de primera volea batió a Stefan Ortega, provocando la euforia de la afición del Palace.
Ismaila Sarr casi puso el 2-0, pero Ortega salvó el balón y el Palace se sintió abatido cuando Henderson pareció tocar el balón con la mano fuera de su área bajo la presión de Haaland. Sin embargo, una revisión posterior del VAR le evitó una posible expulsión.
El defensa del Palace, Tyrick Mitchell, no tuvo escapatoria cuando derribó a Bernardo Silva y el árbitro Stuart Attwell señaló el punto de penalti. Sorprendentemente, Haaland no lo lanzó y, en su lugar, Omar Marmoush se adelantó para marcar su primer penalti desde que llegó al City en enero, pero su disparo careció de convicción y Henderson se lanzó a su derecha para atajarlo. Henderson realizó una gran parada para detener el disparo con efecto de Jeremy Doku, mientras que el Palace se iba al descanso con ventaja a pesar de tener solo el 19% de la posesión.
Muñoz pensó que había puesto el 2-0 justo después de la hora de juego, pero una larga revisión del VAR anuló su disparo por fuera de juego.
El City, siete veces campeón, estuvo cerca del gol en numerosas ocasiones tras el descanso, con Henderson y sus defensas realizando heroicas jugadas para preservar la ventaja del Palace. Una gran queja se escuchó entre la afición del Palace a los 10 minutos del final del partido, pero tras más apuros y momentos de tensión, sonó el pitido final y el himno del club, «Glad All Over», resonó en todo el estadio.




