El motivo por el que la reina Letizia ha acudido vestida de blanco a la entronización del papa León XIV
El privilegio del blanco es una señal sutil, pero poderosa, de una relación histórica y espiritual que pocas figuras en el mundo tienen el derecho de ejercer
El rey Felipe VI y la reina Letizia saludan al papa León XIV, tras la misa de inicio de su pontificado. Casa Real.
La reina Letizia ha llamado la atención este domingo en la Plaza de San Pedro al acudir vestida completamente de blanco a la misa de inicio del pontificado del nuevo papa León XIV. A diferencia del tradicional luto riguroso que suelen llevar las mujeres en audiencias vaticanas —traje negro y mantilla oscura—, Letizia lució un conjunto blanco con mantilla del mismo color, un gesto cargado de simbolismo y amparado por una antigua tradición de la Iglesia católica: el 'Privilège du blanc'.
El rey Felipe VI y la reina Letizia en la misa de entronización del papa León XIV el 18 de mayo de 2025 en la Ciudad del Vaticano. Foto de Jacquelyn Martin - Pool/Getty Images.
Este privilegio, que en español se traduce como "el privilegio del blanco", es una excepción protocolaria reservada únicamente a algunas reinas y princesas católicas. Se trata de una distinción muy limitada. Entre ellas se encuentra la reina Letizia, así como la reina Sofía, su suegra, la reina de Bélgica, la gran duquesa de Luxemburgo, la princesa de Mónaco, y otras figuras de casas reales católicas con vínculos históricos con la Santa Sede.
El blanco, en el contexto litúrgico y religioso, simboliza la pureza, la fe y la entrega a Dios. De ahí que este gesto protocolario no solo denote respeto hacia el papa, sino también un reconocimiento del compromiso de ciertas monarquías con la Iglesia católica.
La princesa Charlene de Mónaco, la gran duquesa María Teresa de Luxemburgo y la reina Letizia vistiendo de blanco en la entronización del papa León XIV este 18 de mayo de 2025 en el Vaticano. Franco Origlia/Getty Images.
Los reyes de España, Felipe VI y doña Letizia, llegaron a las 9.45 horas locales al Vaticano para asistir en primera fila a la ceremonia de entronización del papa León XIV. Desde la basílica accedieron a la Plaza de San Pedro, donde fueron ubicados junto al altar y entre las principales delegaciones internacionales, compartiendo espacio con representantes de Emiratos Árabes Unidos, Luxemburgo, Mónaco, y Países Bajos. A su llegada, saludaron a otras personalidades destacadas, como el presidente ucraniano Volodímir Zelenski y la reina Máxima de Holanda.
La misa de León XIV
El nuevo papa, León XIV —nombre elegido por el estadounidense Robert Prevost—, presidió una misa a la que asistieron más de 150.000 personas, según datos del Vaticano. Durante su homilía, Prevost pidió una Iglesia "unida, fraterna y fermento de reconciliación en un mundo herido por el odio, la violencia y la exclusión".
Mientras tanto, la imagen de Letizia, vestida de blanco y cubierta por un velo, destacó entre los asistentes como símbolo de una monarquía que mantiene viva su relación con la fe católica.
El 'Privilège du blanc' es, en esencia, una señal sutil, pero poderosa, de esa relación histórica y espiritual que pocas figuras en el mundo tienen el derecho de ejercer.