Guitarricadelafuente: “El Guitarrica de ahora es fundamentalmente disfrutón”

Madrid

En las Cuevas de Cañart la vida es tan bonita que parece de verdad. Y allí, en las Cuevas, en Teruel, pasaba sus vacaciones Alvarico. A los 14 años se echó una amiga que lo acompañaría a todas partes: la guitarra. Los vecinos del pueblo, poco más de 70, eran testigos de esa amistad. “El Álvaro, todo el día con la guitarrica a cuestas”. Y al Álvaro le gustó cómo sonaba aquello de “guitarrica”.

Pero lo de aquel adolescente no era una novedad en la familia. El bisabuelo fue profesor de jota y de bandurria para los chiquillos de las Cuevas. La abuela también tocaba la guitarra y la bandurria. Así que no es de extrañar que el niño, con la ayuda de Youtube, se pasara las horas muertas en el sótano intentando sacar sonidos de la guitarra. Mientras, escuchaba, desde arriba, como su madre le decía que eso no le iba a dar de comer.

Pero Álvaro insistió. Probó suerte con Arquitectura y Diseño Gráfico, pero aquello no parecía ser lo suyo. Empezó a colgar algunas canciones en redes. Hacía versiones y, oye, aquello sonaba bien. Y publicó “El Conticinio”, y luego “Guantanamera”, y, de repente, todo cambió con la “Nana triste” que compartió con Natalia Lacunza. Todo ese trabajo acumulado tuvo salida en “La cantera” y ahora, tres años después nos sorprende con “Spanish leather”. El adolescente ha dejado de serlo, pero Álvaro tal vez es más Guitarrica que nunca.

“Venimos del fuego”

Así se titula la novela de Sergio Bang que acaba de ser publicada por Plaza y Janés. Se desarrolla en 1975, el año de la muerte de Franco y muestra cómo algunos no querían hacerse a la idea de que el fin de la dictadura era inevitable. En ese año más de 45 librerías fueron atacadas por fascistas y muchas de ellas fueron incendiadas. Los tres protagonistas de la novela pertenecen al colectivo LGTBIQ+.