Las universidades avanzan hacia un modelo más semejante en la prueba de acceso

Madrid

Hay nuevo acuerdo en la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU). Acuerdo que va más allá de los mínimos que se aplican en la PAU de este año y que van encaminados a conseguir que las pruebas sean lo más parecidas posible en todas las comunidades.

El 95% de las comisiones que elaboran estos exámenes en los distritos universitarios de España han llegado a un acuerdo, según ha sabido la SER, para que las pruebas de acceso a la universidad sean lo más semejantes posible independientemente de la región donde los alumnos se examinen.

El examen no será el mismo pero quienes lo preparan van a tener las mismas indicaciones, lo que es un paso fundamental, según aseguran a esta emisora fuentes universitarias. Los acuerdos alcanzados atañen a la estructura del examen, a los contenidos o a los tipos de preguntas en todas las materias de las que se examinan los estudiantes.

Son avances que se incorporarán ya el curso que viene, en la del PAU del 2026. En la de este año, que comienza en poco más de dos semanas, las pruebas van a seguir unos criterios mínimos sobre corrección y calificación, que serán los mismos en todas las autonomías, y que servirán de base para los modelos de la próxima edición.

Las universidades sin los mínimos de calidad están en las comunidades del PP

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La PAU de 2025

En esta edición, una de las principales novedades son los criterios de corrección. Se va a puntuar con hasta un 10% de la nota la coherencia, cohesión, corrección gramatical, léxica y ortográfica de las respuestas y su presentación, cuando impliquen la redacción de un texto.

También se va a tener en cuenta la adecuación de las respuestas a lo solicitado en el enunciado de las preguntas. Otro de los aspectos más novedosos en la nueva PAU es el enfoque dirigido a evaluar la habilidad competencial de los estudiantes, por encima de su capacidad de memorizar datos.

Se valorarán la creatividad, la capacidad de pensamiento crítico, reflexión y la madurez del alumnado. Con este objetivo, la PAU otorga más peso a las preguntas abiertas o semiconstruidas, y al menos el 70% de la puntuación obtenible en cada examen corresponderá a este tipo de cuestiones, lo que supone una novedad frente al modelo anterior, donde tenían un peso mínimo del 50%.

Las preguntas abordarán preferentemente situaciones o ejemplos realistas, próximos a la vida del alumno, y contextualizados en entornos artísticos, científicos, humanísticos y tecnológicos. Cada prueba tiene una sola propuesta de examen y la duración máxima es de 90 minutos.