Así era el Antonio Banderas de 'Mujeres al borde de un ataque de nervios': "Supervividor, muy gracioso y ligón"
La jefa de producción de la cinta de Almodóvar, Esther García, recuerda el papel del actor malagueño

Así era el Antonio Banderas de 'Mujeres al borde de un ataque de nervios': "Supervividor, muy gracioso y ligón"
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En 1988 se estrenó Mujeres al borde de un ataque de nervios, de Pedro Almodóvar. Una de las películas más icónicas del cine español. Su éxito fue descomunal, recibiendo la nominación a los Premios Oscar a Mejor Película Extranjera, y haciéndose hasta con cinco Premios Goya, entre ellos a Mejor Película y Mejor Actriz, galardón que obtuvo Carmen Maura. A diferencia de otras películas del director manchego, esta cinta supuso una comedia mucho más sofisticada, considerado aún uno de sus mejores guiones, y que más tarde impregnó la estética del resto de producciones de Almodóvar.
Para recordar la película, hablamos del largometraje con la que fue la directora de producción de esta película con tal solo 32 años, Esther García. Ha sido directora de producción de más de noventa películas y es directora de Producción en 'El Deseo', la productora de Pedro y Agustín Almodóvar, además de Premio Nacional de Cinematografía en 2018. Con ella hemos recordado cómo fue producir una película con un elenco como el formado por Carmen Maura, María Barranco y Antonio Banderas.
El actor malagueño no había cumplido la treintena cuando interpretó a Carlos, un joven que busca un piso con su novia Marisa (Rossy de Palma), y van a dar precisamente con el ático de Pepa (Carmen Maura). Allí descubre que la vendedora es la amante de su padre, mientras que su pareja prueba el famoso gazpacho cargado de somníferos que le hace caer en un profundo sueño.
García recuerda que Banderas ya había asumido entonces un papel en La ley del deseo, y en ambos casos, se convirtieron en "los grandes papeles de su vida". En Mujeres al borde de un ataque de nervios, dice la productora, el malagueño interpreta un hombre "encantador e ingenuo". Pero sobre todo, destaca Esther García tirando de memoria, que Banderas en aquella época era todo un vividor. "Le encantaba salir, conocer gente. Esa frescura que da la juventud, ese atrevimiento y esas ganas de comerse el mundo. Era muy gracioso y muy ligón", destacaba.




