El arce japonés y los geranios verdaderos: plantas estéticas perfectas para dar color y adornar
Los geranios verdaderos pueden estar en balcones o espacios luminosos, mientras que los arces japoneses necesitan más espacio

El arce japonés
Tenía muchas ganas de traer un arce japonés (Acer palmatum) a la terraza de la radio, una planta que no hace falta decir de dónde viene, con ese apellido de “japonés” en su nombre común. Y aquí está finalmente.
Descripción
Se trata de un pequeño árbol que rara vez excede de los 10 metros de altura, un tamaño que solo adquiere si todas las condiciones de cultivo son las adecuadas. Es muy frecuente verle muy ramificado desde la misma base, y eso es algo que le da una estética muy bella, mitad árbol, mitad arbusto. En el caso del arce que he traído incluso tiene una doble ramificación muy cerca del suelo, lo que le da una apariencia más densa en su parte baja. Las hojas de estos arces japoneses son espectaculares, por su forma, por su color, por su tamaño. En este Acer palmatum son unas hojas pequeñas, muy divididas, en cinco lóbulos, aunque se pueden ver hojas con algún lóbulo más, como seis o siete. Las de nuestro arce tienen el tamaño de una moneda de dos euros, o poco más, y son muy finas y delicadas, extremadamente delgadas.
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Arce japoneses y geranios verdaderos
Es un árbol de hoja caduca, y aquí es donde viene otro de los goces estéticos de la planta. Cuando llegue el otoño, si todo ha ido bien, las hojas adquirirán unos tonos rojizos, anaranjados y amarillentos que le hacen ser el centro de atención de todas las miradas, un espectáculo de color que dura varias semanas. Durante el invierno solo mostrará sus ramas desnudas, pero cuando llega el final de la estación y se aproxima la primavera el arce brota de nuevo. Esta brotación también es muy espectacular, porque sus delicadísimas hojas tienen un color ligeramente bronceado, algo que todavía puedes intuir un poco en las hojas más nuevas que tiene nuestro arce.
A medida que las hojas van madurando, cargan con un poco más de clorofila —el pigmento verde—, y adquieren un color verde fresco . Solo mirar cómo las hojas caen grácilmente, ligeramente lacias, y cómo estas se colocan en las finísimas ramitas, relaja al más nervioso.
¿Dónde debe colocarse?
Nosotros lo vamos a poner en la zona de sombra muy luminosa que tenemos debajo de la escalera metálica. Es un sitio perfecto para él, porque va a estar en compañía del helecho bronce u otoñal, de la aralia y de la boina de vasco. Estas plantas están muy, muy a gusto allí, y al arce japonés también le viene genial una zona sombreada así, con orientación norte, que le evita el sol de las horas centrales del día, algo que al arce no le viene bien en sitios con veranos tan duros como Madrid.
Por cierto, ¿sabéis de dónde son originarias las plantas que va a tener el arce como vecinas? Pues las tres que he mencionado son de Japón, de hecho. Fijaos en los nombres populares que tienen dos de ellas: la aralia es Fatsia japonica y la boina de vasco es Farfugium japonicum, así que dejan claro que también son plantas japonesas, junto con el helecho bronce o helecho otoñal (Dryopteris erythrosora).
¿Es necesario cambiarlo de la maceta?
Sí, lo voy a trasplantar sin tardar demasiado. Esta maceta le ha servido en el vivero para crecer y engordar, pero ahora queremos que se adapte muy bien a nuestra terraza y que crezca, para tener una copa más llena con sus preciosas ramas y hojas. Así que le pondré en un macetón de unos 45 centímetros de ancho, y esa será su maceta definitiva durante unos cuantos años, esperemos.
Los arces japoneses tienen un crecimiento que no es muy rápido, incluso puede parecer lento, por lo que es perfecto para terrazas y lugares con poco espacio.
Riego
Uno de los enemigos de estos arces es la deshidratación. Sus hojas tan delicadas nos están diciendo que no están preparadas para pasar nada de sed. Igualmente, un exceso continuado de agua le puede sentar mal, pero es más probable que sufra si se queda un día sin agua, que es cuando veremos las puntas de las hojas quemarse, amarronarse.
La base de la planta la voy a cubrir con alguna planta tapizante, como la madre de miles o soleirolia (Soleirolia soleirolii), la que tapiza la base de nuestro equiseto o cola de caballo (Equisetum hyemale). De esta forma también protegerá sus raíces y mantendrá aún mejor la humedad, con esta cobertura verde tapizante.
Variedades
Los arces japoneses tienen una enorme y variadísima cantidad de variedades y de cultivares para todos los gustos. Hay cultivares de arces japoneses que tienen las ramas de colores también —como rojizos, anaranjados, amarillentos… Hay arces con las hojas tan finamente divididas que no parecen de verdad, como le ocurre a Acer palmatum ‘Dissectum’, que pertenece a un grupo de arces japoneses con las hojas extremadamente divididas. Hay arces con hojas de colores muy diferentes, desde los verdes algo más oscuros hasta los verdes prácticamente amarillentos, desde hojas de colores anaranjadas hasta hojas rojizo oscuro.
Entre medias de estas variables hay una gama muy amplia. Por eso hay mucho apasionado de los arces japoneses, porque es un mundo muy amplio y variado.
Recomendaciones para quien quiera un arce japonés
Yo les recomendaría que empezaran con la especie tipo, es decir, Acer palmatum, a secas. Con este tenemos una fiabilidad y resistencia mayor que con otros cultivares, que pueden ser un poco más delicados. Enumero rápidamente lo que hemos mencionado de cultivo: es una planta perfecta para cultivar en un macetón, porque se adapta muy bien.
De preferencia, hay que buscarle una orientación en la que no tenga el sol del mediodía, sobre todo si vivimos en una zona con veranos muy cálidos y poca humedad ambiental, ya que le gusta crecer un poco sombreado y protegido. Si le da el sol directo durante algunas horas, que sea preferiblemente en cuanto amanece, el sol más suave del día.
Recordamos también que le gusta tener sus raíces húmedas, pero no encharcadas, por lo que ha de tener muy buen drenaje. Incluso se le puede añadir al sustrato un porcentaje de un 15 o 20% de arena de río, por ejemplo, para mejorar ese drenaje.
Como siempre, debemos nutrirle con un abono orgánico rico en fósforo y potasio, para que pueda resistir mejor los momentos de estrés que pueda tener.
Si vivimos en un lugar con fuertes heladas tardías, le puede beneficiar crecer contra una pared que le pare los fríos del norte y le cobije algo, o debajo de un porche o de un árbol más alto que él, aunque es una planta que no teme al frío para nada.
Estas cosas serían imprescindibles para cultivarlo con éxito.
GERANIOS VERDADEROS
El geranio de toda la vida, al que llamamos geranio, se llama Pelargonium en su nombre científico. Pero nosotros vamos a incorporar dos verdaderos geranios, porque su nombre científico es el de Geranium. Nosotros tenemos un par ya en la terraza: Geranium sanguineum y Geranium ‘Rozanne’, dos geranios muy floríferos y maravillosos, dos clásicos de los jardines y de los balcones.
He querido aumentar nuestra colección con dos geranios más. Uno de ellos me lo recomendó un buen amigo, y tenía ganas de probarlo. Tiene las flores rosa fuerte o fucsias: es el Geranium x cantabrigiense 'Cambridge', que es un geranio cubresuelos o tapizante maravilloso y muy vigoroso. Cuando frotas sus hojas, tiene un aroma característico de muchos geranios. Mide hasta 40 centímetros de altura o poco más, y le voy a colocar a pleno sol, para que produzca muchas flores, aunque puede crecer en una zona con solo algún rayo de sol ocasional durante el día. Esta posición es la que les va bien a muchos geranios: o sol o al menos una sombra extremadamente luminosa.
El otro geranio es Geranium × johnsonii 'Johnson's Blue', con flores azuladas increíbles. Uno y otro geranio tienen flores simples de cinco pétalos, grandecitas y no paran de florecer entre la primavera y el verano, aunque en Madrid suelen parar cuando llegan los calores más calurosos.
Hay que tener alguno de estos geranios en la terraza o en el jardín, porque son una fantasía maravillosa.

Eduardo Barba
Eduardo Barba Gómez es jardinero, investigador botánico en obras de arte, paisajista y profesor de jardinería....




