Multinacionales impunes, consumidores impotentes
Burla burlando, medio en silencio, el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, va perfilando elementos para hacer la vida un poco menos incómoda a los ciudadanos.

Multinacionales impunes, consumidores impotentes
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Madrid
Ahora ha sido una orden a la plataforma multinacional Airbnb para que bloquee 65.000 anuncios ilegales de pisos turísticos. Los han ido contando comunidad autónoma por comunidad autónoma.
Antes fue la sanción a varias líneas aéreas por prácticas abusivas como cobrar suplementos por equipajes de mano o por reservar asiento para acompañar a niños o personas dependientes. El presidente de una de esas líneas, irritado, llego a insultar al ministro, lo que da idea del poder que creen tener.
Otros ejemplos podrían ser el de la venta de entradas irregulares en conciertos como los del cantante Bad Bunny, o evitar la renovación automática de suscripciones sin consentimiento del ciudadano.
Vamos a ver la eficacia de esas medidas bienintencionadas pero varias de ellas incumplidas de modo general.
Sin embargo, donde Bustinduy se la juega más es en la prohibición real de las llamadas telefónicas comerciales que todos sufrimos. Esta prohibición está en vigor pero las empresas que las utilizan no hacen ni caso de ello, lo que provoca la ira del consumidor interrumpido en momentos especialmente inoportunos, algunos dramáticos.
Y luego está, aunque solo roce a su departamento, la autoridad de defensa del cliente financiero.
Esa es otra.

Joaquín Estefanía
Es periodista, exdirector del periódico 'EL PAÍS' donde sigue firmando columnas. También colabora en...




