"No se tenía jamón, pero se tenía asistenta": la nostalgia de Emilio Gutiérrez Caba por el Madrid de su infancia
El actor recuerda los años en los que vivió en la céntrica calle Mayor junto a su familia

"No se tenía jamón, pero se tenía asistenta": la nostalgia de Emilio Gutiérrez Caba por el Madrid de su infancia
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La interpretación corre por las venas de Emilio Gutiérrez Caba. Bisnieto, nieto, hijo y hermano de actores y actrices, su trayectoria ha estado muy ligada tanto al cine como al teatro. Desde su bisabuelo, Pascual Alba, pasando por él y sus hermanas, Julia e Irene, y llegando a su sobrina nieta, Irene Escolar, su familia ha marcado la historia de nuestro país a lo largo de más de un centenario.
Siendo el menor de tres hermanos, Emilio nació en Valladolid, de casualidad, en medio de una gira teatral de su madre con la compañía Infanta Isabel de Madrid. El actor llegó por sorpresa cuando su madre ya superaba la cuarentena y se encontraba en la cúspide de su carrera profesional en el teatro. Su nacimiento condicionó en gran medida la trayectoria de su madre, que tuvo que buscar proyectos teatrales que le permitiesen estar en Madrid desde septiembre hasta finales de abril o mayo, respetando el curso escolar de Emilio.
Los olores de Madrid
La otra mitad del año, recuerda el actor en los micrófonos de Por el principio, la pasaba en los trenes, viajando junto a los actores por las distintas ciudades españolas. Así, a una corta edad, el pequeño Emilio Gutiérrez Caba ya había estado en Vigo, Gijón o San Sebastián. "Tú ibas al teatro, ayudabas a abrir los baúles, ayudabas incluso a montar el decorado, es decir, era una vida muy atípica para un niño. Luego, cuando llegaba al colegio en Madrid en octubre, tenía una repercusión porque se la contaba a mis compañeros. Para mí era un mundo de fantasía", decía.

Emilio Gutiérrez Caba, un niño que se crió en las giras teatrales
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Durante los meses del curso escolar, la casa familiar se encontraba en la céntrica calle Mayor de Madrid, donde entonces había comercios pequeños tradicionales. "Era un barrio con tiendas pequeñas. Había droguerías, había farmacia, había frutería, había todo lo que no hay ahora en el centro de Madrid. Ahora es como una especie de gran comercio para extranjeros", lamentaba.
Emilio Gutiérrez reconoce que han cambiado hasta los olores de Madrid, cuando entonces las basuras las recogía un burro, o por el patio interior de su casa, que al estar encima de un almacén de productos de limpieza, subía un aroma a limpieza. En aquella casa, una de las modernistas que hay en la capital, vivía el actor junto a sus dos hermanas, sus padres, su abuelo y dos asistentas. "No se tenía jamón, pero se tenía asistenta", explicaba entre risas, al igual que el pollo o el pavo "eran prohibitivos".