Juan José Millás carga contra Renfe por el cambio en los nuevos trenes de AVE: "Es infernal"

El escritor Juan José Millás se encuentra sumido en una programación intensa publicidad con motivo de la publicación de su nueva novela, Ese imbécil va a escribir una novela. Esta pasada semana Millás estuvo precisamente en Valencia, su ciudad natal, en un viaje de prensa. Para regresar a Madrid, donde reside desde hace años, el escritor de La vida a ratos y Que nadie duerma, Millás cogió un tren AVE como de costumbre. Sin embargo, el servicio le ha dejado muy enfadado, y no ha dudado en compartir su mala experiencia con Javier del Pino en A vivir que son dos días.

Juan José Millás se subió en uno de los convoyes que forman parte de la flota que Renfe lanzó el año pasado, con importantes novedades que incluyen pantallas táctiles en todos los asientos y un mayor número de asientos con filas de tres asientos, ampliando la capacidad de los trenes. "Han copiado las cabinas de los aviones", señalaba el escritor, a la vez que aseguraba que, con estas incorporaciones, "todo se ha estrechado".

"Antes era placentero"

En su día, el escritor fantaseó en una entrevista en 2018 con usar el AVE como oficina y escribir allí un libro. "Un día decidí ponerme a escribir una novela en el AVE, me gustaría que el AVE fuese mi oficina. Me encantaría poder cogerlo todos los días y ponerme a escribir allí. Haría una jornada de oficina si me fuese a Barcelona y volviese a Madrid en el mismo día", decía a Mara Torres. Sin embargo, esta fascinación por los trenes se ha esfumado.

Millás le pedía a Del Pino que se imaginase tener que hacer un trayecto en alguno de los asientos que ahora van tres juntos. "Imagínate que te toca en medio, es un viaje angustioso. Tienes que ir con los brazos pegados al cuerpo para no tocar al compañero. Lo que antes era un viaje placentero, que daba gusto hacer. Incluso en la ventanilla, que si quieres ir al baño tienes que despertar ahora a dos", lamentaba.

Aun así, el colaborador de A vivir reconoce que lo peor no es solo el nuevo diseño de los trenes o que ahora los trenes lleguen con mayor frecuencia con retraso. "El ruido es infernal. No sé si estos trenes son más baratos, pero están mal aislados y todo suena. Es como una batería, las puertas que separan la plataforma de vagón están ajustadas, da impresión de que vas perdiendo tornillos", insistía, y confesando que esto le impidió incluso leer.