Seguridad Nacional detecta que el Servicio de Inteligencia ruso recurre al crimen organizado para actuar en España

Madrid

Dentro del amplio espectro del mundo de los Servicios de Inteligencia extranjeros hay de todo, afines, aliados y otros servicios secretos no tan amistosos, hay agentes que buscan intereses perjudiciales para la seguridad nacional. Son conocidos como Servicios de Inteligencia Hostiles (SIH).

El Departamento de Seguridad Nacional (DSN) admite en su informe anual de 2024 que estos agentes enemigos se están apoyando en el crimen organizado "para el desarrollo de acciones que obedecen a sus intereses". Entre ellos, Rusia.

No se cita en concreto ni al Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia, conocido por las siglas SVR, ni al GRU, el servicio de inteligencia militar que también tiene agentes repartidos por todo el mundo.

Pero el informe sí detalla que el conflicto entre Rusia y Ucrania "ha producido importantes cambios en el ámbito de la criminalidad organizada y, especialmente, de la que opera en estos países".

Estructuras del crimen organizado

El DSN alerta de que las estructuras del crimen organizado, a través de “los recursos y los sectores de influencia”, están siendo aprovechadas por el “poder ruso” que utilizan estas organizaciones criminales para mover el dinero con la intención de “evadir sanciones”. Incluso, Rusia recurre a estas mafias para participar “en actividades de sabotaje”, dice el informe.

El CNI detectó 121 casos de actividad de Servicios de Inteligencia extranjeros en nuestro país durante 2024. Una actividad que va en la línea con las acciones detectadas años atrás, 118 en 2023, 80 en 2022, 137 en 2021 (la más alta en una década) y 122 en 2020, según los datos que recoge el informe anual de 2024 del DSN, que no entra en detalles sobre la nacionalidad de esos agentes, ni el tipo de actividad que se detectó. Pero no hace falta imaginar que Rusia está detrás.

El DSN no esconde que, desde el inicio de la invasión rusa, “la principal amenaza es la actividad de los Servicios de Inteligencia de la Federación Rusa en suelo europeo” con el objetivo de “obstaculizar el envío de ayuda a Ucrania y sembrar dudas sobre la conveniencia de mantener el apoyo” al pueblo ucraniano.

Los agentes rusos no actúan directamente, lo hacen a través de activistas afines a los que captan, instruyen y coordinan a través de las redes sociales o Telegram para que puedan actúan mediante proxies.

Los Servicios de Inteligencia rusos mantienen “un elevado nivel de actividad enfocada a obtener información, principalmente sobre Ucrania, la OTAN y la UE.

Campañas de desinformación

Se centran sobre todo en lanzar campañas de desinformación y propaganda, como, por ejemplo, el portal portales de noticias “Portal Kombat”. Pero Moscú también “utiliza organizaciones pantalla y colectivos ideologizados de polarización agrupados en asociaciones, ONG o fundaciones para difundir la versión rusa del conflicto, romper la unidad occidental respecto de la agresión y justificar la necesidad de su intervención en Ucrania”.

En el capítulo dedicado a la ‘Injerencia Exterior’, el DSN detalla que las campañas de ciberespionaje sigue siendo uno de los grandes problemas, campañas dirigidas no solo contra organismos públicos que manejan información estratégica relacionada con la OTAN y la UE, sino también contra empresas y entidades públicas y privadas relacionadas con el sector de la Defensa.

Los vectores de entrada de los atacantes suelen ser el “spear-phishing” y el uso de credenciales de acceso remoto que no están suficientemente protegidos.

EP