Samantha Hudson trae el juego de la moneda y desata el caos en la mesa

La Cena de los Idiotés siempre sorprende, y esta vez no ha sido la excepción. Samantha Hudson dejó perplejos a Aimar Bretos, Manuel Jabois y David Insua al introducir el juego de la moneda, un pasatiempo que, además de entretener, sirve para descubrir qué piensan los demás de nosotros en ciertos aspectos.

Hudson recordó este juego después de que Jabois planteara su dilema:"Si pudierais leer y escuchar todas las opiniones, positivas o negativas, que vuestros amigos tienen sobre vosotros, o no leer ni escuchar ninguna, ¿qué elegiríais?"

Los asistentes tuvieron opiniones divididas entre querer conocer o no la opinión de sus amigos. Hudson se inclinó por el “no”, argumentando que “el cerebro funciona muy bien así como está y la telepatía tampoco es necesaria”. A partir de ahí, introdujo su juego, que, de algún modo, también permite saber qué piensan los demás.

“Yo tengo una moneda, te la doy a ti y te planteo una pregunta cuya respuesta tiene que poder darse con una de las personas que estamos aquí”, explicaba Hudson. Luego puso un ejemplo bastante gráfico de cómo funciona el juego:

“¿Quién de aquí tiene pinta de chuparla peor?”, preguntó. La persona que recibe la pregunta debe entregar la moneda a quien crea que encaja con la respuesta, sin revelar cuál es la pregunta.

El momento en que todo puede revelarse

A continuación, quien recibe la moneda debe lanzarla al aire. “Si sale cara, se dice la pregunta en alto; si sale cruz, te callas”, detalló Hudson, quien confesó que juega mucho a esto con sus amigos. En esta ocasión, ella fue quien planteó la pregunta.

Hudson le pasó la pregunta a David Insua, quien le entregó la moneda a Manuel Jabois. La cuestión que había formulado la artista tenía que ver con el verificado de Instagram:¿Quién sería capaz de pagar por él? Según el criterio de Insua, el hecho de que Jabois tuviera el verificado indicaba que podría haberlo pagado.

“Yo lo tengo, pero no he pagado por eso”, se defendió Jabois. Hudson dijo que ya se lo imaginaba, ya que, según ella, el escritor es “una persona cool y divina”. Jabois negó este calificativo, pero reconoció que si el verificado le ofreciera beneficios, sí lo pagaría. Con ironía, añadió: “Pago 120 euros al mes por el ticket azul y luego promociono las publicaciones para tener más likes.”

En este caso, la pregunta formulada fue bastante suave, aunque en cada grupo de amigos suele haber alguien un poco más malicioso que plantea una cuestión que realmente genera una situación más atrevida o incluso incómoda.