Del cabezazo de Ratiu a la fiesta en las calles de Vallecas: así fue la celebración del Rayo tras volver a Europa
La tensión de los minutos finales dio paso a una euforia desmedida tras el empate a uno entre Alavés y Osasuna

Los jugadores del Rayo celebran la clasificación a la Conference League / Denis Doyle

Dos emociones han marcado la noche de un Vallecas que, 24 años después, vuelve a ver a su Rayo clasificarse para una competición europea. La primera la tensión, la que se vivió durante todo el partido ante el Mallorca (0-0) e incluso con el pitido final, a la espera del resultado de Osasuna. La otra, la euforia desmedida hasta altas horas de la mañana, con el autobús de los jugadores recorriendo las calles del barrio bajo el nuevo lema: "El Rayo que cruza Europa".
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Esa tensión, propia de un equipo y de un barrio que se jugaba volver a Europa décadas después, estuvo muy presente en los minutos finales del encuentro y, sobre todo, tras el pitido final. El empate a cero no contentaba las aspiraciones del Rayo mientras el partido entre Alavés y Osasuna siguiese en juego. Los goles de Carlos Vicente para los locales y Raúl García para los rojillos marcaban el empate a uno pero, con un tanto más de los navarros, el Rayo se despediría de su sueño tras no poder anotar ante el Mallorca.
Ni un alma quiso marcharse antes de tiempo del estadio de Vallecas y los propios jugadores aguantaron sobre el césped, con el oído pegado a las radios, para conocer el resultado con el que se cerraba la jornada en Mendizorroza. Tanta fue esta tensión y la impotencia que la acompañaba que llegaron a saltar chispas entre algunos compañeros, como ocurrió con Ratiu y Pedro Díaz.
El lateral rumano le recriminó no haber recibido un pase en una buena ocasión de gol, cuando Díaz prefirió apostar por un disparo en largo. La fricción aumentó entre los dos y Ratiu intentó propinarle un cabezazo. Díaz se revolvió, pero la disputa no llegó a mayores porque varios compañeros y rivales intermediaron. El lateral rumano se marchó a los vestuarios y el Pedro Díaz se quedó en el campo, esperando a la resolución del Alavés-Osasuna.
Eso sí, con el pitido final en Mendizorroza, que dejaba al Rayo octavo y por tanto clasificado para la Conference League, cualquier rencilla previa pasó a ser cosa del pasado. Los jugadores se montaron en un autobús descapotable preparado para la ocasión, en el que se podía leer: "El Rayo que cruza Europa". Partiendo desde el estadio y no sin gran dificultad por la marea rojiblanca que los jaleaba, atravesaron las principales arterias de Vallecas, en una fiesta que se alargó hasta altas horas.




