El Prado abre sus puertas a Paolo Veronese, el maestro del color y la elegancia
Con más de un centenar de obras procedentes de los mejores museos del mundo, es la mayor exposición dedicada en España al maestro del Renacimiento italiano

'La Virgen con el Niño, san Pedro y una santa mártir', de Paolo Veronese en la presentación de la primera gran exposición monográfica del maestro italiano en El Prado / Chema Moya (EFE)

Decía Paul Cezanne que a Veronese "las cosas, las personas, le entraban en el alma con el sol, sin nada que las separara de la luz, sin dibujo, sin abstracciones, todo en colores". Y es así como se conoce a Paolo Veronese (1528-1588), como el maestro del color, uno de los miembros más destacados del Renacimiento italiano al que el museo del Prado dedica la mayor exposición monográfica que se ha organizado hasta la fecha en España, con más de un centenar de obras, la mayoría de gran formato, procedentes de los grandes museos del mundo, como el Louvre, el Metropolitan, la National Gallery o la galería de los Uffizi. Tras las exposiciones dedicadas a Bassano, Tiziano, Tintoretto y Lotto, esta nueva propuesta completa el recorrido del museo por la pintura del Renacimiento veneciano. La muestra permanecerá abierta desde mañana hasta el 21 de septiembre.
Los pintores venecianos han sido probablemente los más influyentes de la historia de la pintura, cuenta el director de El Prado, Miguel Falomir y comisario de la muestra, junto a Enrico Maria dal Pozzolo, profesor de la Università degli Studi di Verona. "En el Renacimiento hay varias alternativas y al final, la que se acaba imponiendo es la alternativa veneciana, que es la alternativa del color sobre la del dibujo. Eso es lo que impera luego en el Barroco y desde entonces hasta nuestros días".

'La cena en casa de Simón' de Paolo Veronese

'La cena en casa de Simón' de Paolo Veronese
Dentro de la escuela veneciana los tres grandes maestros que han destacado por encima de todos han sido Tiziano, Tintoretto y Veronese, "quizá de todos ellos Veronese es el más colorista, es el que tiene la paleta más variada, de hecho es una de las más amplias y osadas de la historia de la pintura. Se atreve con combinaciones de colores que imponen mucho, mezclaba amarillo con rosa y con verde. Y lo hace con una armonía extraordinaria. Es probablemente el más completo de todos, el que tiene mayor variedad de recursos. Es bueno en todos los formatos, en pintura al fresco y al óleo. Es un dibujante excepcional. Todo eso es lo que hace que sea un pintor de pintores".
Veronese también es el pintor de la elegancia, de las composiciones majestuosas. Su maestría con el pincel, pero también su forma de ser le granjearon una enorme fama en vida, siempre gozó del favor de príncipes, coleccionistas y colegas. De hecho, fue muy famoso hasta el siglo XX, cuando su popularidad decayó. Como explica Falomir "tendemos a asociar vida y obras. Ahora nos parece maravilloso el que mata cuatro como Caravaggio, el que tiene mala hostia o el que muere arruinado. Sin embargo, a Veronese le fue muy bien, vivió muy bien, tuvo mucho dinero. El único problema que tuvo fue con la Inquisición, y lo resolvió muy rápido".

'Marte y Venus unidos por Amor' de Paolo Veronese

'Marte y Venus unidos por Amor' de Paolo Veronese
Capaz de crear un mundo propio, fácilmente reconocible como ocurre con otros grandes maestros como El Bosco o Rubens, "no solo da gusto ver sus cuadros, incluso te apetece meterte dentro de ellos", la exposición reúne más de un centenar de obras organizadas en seis secciones cronológicas y temáticas, desde la formación en su Verona natal, y su forma de entender el espacio y de narrar historias, hasta su proceso creativo y su época final, cuando su forma de pintar cambia, con composiciones más inestables de color y un uso más simbólico de luz. Entre las obras más destacadas se encuentran 'La cena en casa de Simón', una de las grandes obras que jamás se había prestado al Museo del Prado que procede de Turín o 'Marte y Venus unidos por Amor', prestado por el Metropolitan de Nueva York. El recorrido también intenta aportar un mayor contexto del artista y su época con pinturas, esculturas y objetos de otros pintores que influyeron en su obra.
Una de las secciones está dedicada por completo al proceso creativo del maestro, que contaba con una variedad de registros como no tenía ningún otro pintor en su época. "Hay muchas formas de cómo hacía sus obras, es decir, no siempre hacía lo mismo. Hay pintores que tienen una receta y las hacen siempre así. Veronese tenía una variedad absoluta de recursos. Hay obras donde hay dibujo preparatorio, otras que no. Una de sus grandes aportaciones fue el boceto al óleo. No es el primero que hace bocetos al óleo, pero los suyos son los primeros que conservamos. Y eso después se convertirá en una de las costumbres de los pintores europeos". Y toda esa variedad de registros le permitieron hacer lo que quería e ir ajustándose a los encargos. "No es lo mismo un cuadro pequeño que un cuadro de ocho metros, no es lo mismo hacer una pintura al fresco que hacer una pintura sobre caballete. Lo que hacía era adecuarse a las demandas que exigía cada obra. Una de las cosas que mejor define a Veronese es su inteligencia pictórica".

'La unción de David' de Paolo Veronese

'La unción de David' de Paolo Veronese
Como todos los pintores venecianos, Veronese se prestaba a la improvisación, a ir cambiando los trazos sobre la marcha, incluía figuras que después quitaba, como cuenta Falomir "yo siempre digo que los rayos X que tanto nos gustan, las radiografías parece que están inventadas por los pintores venecianos porque son las que más cambian. Las radiografías más espectaculares que hay son de las obras de los pintores venecianos". Talento extremadamente precoz, Veronese comenzó a pintar muy joven y entre todas las obras expuestas se conserva la primera que hizo, con apenas 17 o 18 años, para el altar de una iglesia encargada por una de las mejores familias de Verona. Y aunque es la que se encuentra en peor estado tiene un enorme valor documental porque es en la que mejor se puede apreciar su proceso creativo. En la exposición también puede verse su última obra, antes de morir con 60 años. "Frente a las repeticiones de Tiziano, por ejemplo, que sufría párkinson, Veronese en sus últimos años tuvo un cambio muy fuerte en su forma de pintar, que anuncia claramente el Barroco. Ahí es cuando lamentas que no hubiera vivido más".




