Peligro para el novio de Ayuso

Madrid

Alberto González Amador, el novio de Isabel Díaz Ayuso, afronta un nuevo peligro judicial. Su abogado, Carlos Neira, le ha desmentido ante el Supremo. Ha afirmado que Amador sí le encargó que llegase a un acuerdo con los fiscales de Madrid reconociendo dos delitos fiscales para no entrar en prisión: en ese caso la cambiarían por una multa. Amador negó el viernes pasado ante el mismo Supremo que le hubiese dado esa orden a su abogado. Pero durante más de un año desde que se conocían los correos en que figuraba esa indicación, ni los ha desmentido, ni ha acusado a su abogado de desobedecerle, ni de nada.

O miente Amador o miente su abogado. Así que como ambos tienen la obligación de decir la verdad, uno de los dos ha cometido un delito de falso testimonio. Como el abogado dispone de más datos, y no tiene pendencias judiciales, parece estar en mejor posición. Así que el novio se aproxima a su tercera presunción: de doble fraude fiscal, de corrupción en los negocios y administración desleal, y de falso testimonio.

Además, si en el Supremo creen al abogado, quien lo tiene también mejor es el fiscal general Álvaro García Ortiz, que está acusado de revelar secretos. Porque el defensor Neira también ha dicho que después de aparecer los famosos correos, su cliente le instruyó para seguir intentando el pacto con fiscalía: y lo hizo, así que la filtración de la noticia de que asumía los delitos fiscales como propios no perjudicó a los intereses del novio de Ayuso consistentes en evitar la prisión. No solo no hubo secreto, sino que además no hubo perjuicio al reclamante.