Sanidad y educación de calidad
Que tantas décadas después haya que salir a la calle a defender lo conquistado es un retroceso que no debería ser tolerado por la ciudadanía

Sanidad y educación de calidad
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Madrid
Las manifestaciones en defensa de la sanidad y la educación pública han vuelto a multiplicarse en las calles. Las más mediáticas suelen ser las de Madrid por ser, en general, las más numerosas y porque aquí el deterioro y las privatizaciones son más evidentes.
Pero el descontento se extiende al resto de las comunidades autónomas, que tienen cedido entre sus competencias el corazón del Estado de Bienestar que, en muchas ocasiones, da síntomas de reventar.
España llegó tarde al welfare, que tuvo su origen en el Reino Unido, en la segunda posguerra mundial. Un ministro laborista, Areurin Bevan, creó el Sistema Nacional de Salud, antaño tan reconocido y hoy tan desmochado, y dio forma a todo lo demás.
Dos ministros de Felipe González, Ernest Lluch (luego asesinado por ETA) y José María Maravall, en tiempos de la democracia, buscaron la universalización de la sanidad y la educación pública, de modo que en una generación no quedasen desvalidos ni analfabetos.
Que tantas décadas después haya que salir a la calle a defender lo conquistado es un retroceso que no debería ser tolerado por la ciudadanía.
El rector de una universidad pública ha declarado que manifestarse en defensa del Estado de Bienestar es “obligatorio”.

Joaquín Estefanía
Es periodista, exdirector del periódico 'EL PAÍS' donde sigue firmando columnas. También colabora en...




