Un piloto desvela lo que ocurre en los aviones con el modo automático y que la gente desconoce: "Sería impensable"
Ramón Vallés ha abordado muchas curiosidades sobre su profesión y lo que ocurre en los vuelos comerciales

Fotografía facilitada por la compañía Airbus que muestra a un piloto y un copiloto en el simulador de un A320 / AIRBUS / HANDOUT (EFE)

Madrid
Los viajes en avión están llenos de misterios y es muy curioso conocer la parte que no vemos como pasajeros cuando viajamos a bordo de una nave. Para indagar en estas pequeñas y desconocidas cosas, el podcast Mami qué dices ha querido contar con Ramón Vallés, comandante de Iberia, para conocerlas.
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Uno de los asuntos que ha querido tratar el piloto de aviones ha sido cómo viven desde la cabina los vuelos largos que pueden llegar a durar hasta 15 horas. "Cuando hacemos vuelos largos vamos mínimo tres pilotos. Detrás de la cabina hay un habitáculo con literas y descansamos por turnos", ha dicho.
"Por ley, no podemos realizar tanta actividad aérea con dos pilotos, tiene que haber un relevo", ha señalado. "Además de ir yo como comandante, vienen otros dos copilotos", ha añadido, sobre cómo viven la jornada laboral en un avión cuando son demasiadas las horas que tienen que pasar frente al volante de la nave.
Vallés ha contado que cuando él descansa "uno de los copilotos ocupa el asiento de la izquierda". "Para que un copiloto lo utilice tiene que ser piloto de relevo, pero descansamos y usamos el piloto automático obligatoriamente", ha puntualizado, sobre el modo automático. "Seria impensable que un piloto estuviera pilotando un avión manualmente 15 horas. Imagínate alguien conduciendo un coche 15 horas, sería imposible", ha afirmado, en el podcast.
"Si aplauden al aterrizar no lo escuchamos"
Además, el comandante de Iberia ha querido confesar que desde la cabina no se escucha lo que pasa entre los pasajeros. "Si aplauden al aterrizar no lo escuchamos, lo sabemos porque los auxiliares lo comentan. Es una fase de vuelo donde estás muy concentrado, lo que ocurre detrás es difícil que te llegue a los oídos. Además, llevamos cascos", ha confesado.
"Creo que es mucho de los norteamericanos, pero es verdad que si un vuelo ha sido movidito, con las ansias de que ese vuelo termine, la gente aplaude porque viene condicionado de que la gente quiere aterrizar y sale el acto reflejo de aplaudir", ha añadido, a modo de curiosidad.




