Andreu Buenafuente revela que mantiene una relación epistolar con un cura y por fin le pone cara

Madrid

En Nadie Sabe Nada puede pasar de todo, incluso que Andreu Buenafuente confiese que se manda cartas con un cura que trabaja, nada más y nada menos, que en la frontera entre Perú, Colombia y Ecuador, cerca del río Putumayo.

Esta historia comenzó —explicaba Buenafuente— cuando el padre Pablo decidió enviar una carta al programa. El equipo, “con un cierto cachondeo”, procedió a leerla, con tal sorpresa que el texto los cautivó, hasta el punto de que acabaron cantando La Internacional.

Esta revelación sorprendió muchísimo a Berto Romero, quien preguntó si aquello había sucedido de verdad. Pablo explicó que “su vicariato es muy grande y abarca parte del Amazonas, el Napo, el Yavarí y el Putumayo”, lo que propició uno de los momentos clave de su escrito. Cuando narró que “el Che Guevara estuvo en una de sus parroquias dando su famoso primer discurso en unión de los pueblos latinoamericanos”.

Buenafuente destacó que, al leer su carta, le pareció que Pablo “se expresaba como alguien diferente. Un cura que no está en la ortodoxia máxima de la cristiandad arquetípica”. El propio sacerdote coincidió con esa visión, asegurando que se considera “lejos de los excesos y defectos vaticanos”.

“Se trata de un cura que está con la gente, en la selva, y que se lo curra”, afirmaba Buenafuente. Pero hay algo más que propició esta conexión entre Pablo y el cómico, y que Berto confesó en el programa.

La confesión de Berto sobre Buenafuente

“Andreu fue a un colegio de curas, y entonces, cuando entra en contacto con alguien de la Iglesia, se cuadra un poco. Porque, aunque es verdad que tiene un ánimo contestatario y de cachondeo con la Iglesia, cuando se le pone uno cerca...”, explicaba Berto.

Por su parte, Buenafuente desmintió esa acusación, recordando que “haber ido a un colegio de curas también me hace capaz de, si su perfil o comportamiento no me gusta, decirlo. Me creo capaz de criticar a la Iglesia cuando es retrógrada y no funciona”, argumentaba el cómico.

Por eso fue capaz de identificar a Pablo como una buena persona y decidió comenzar “una relación epistolar de dos cartas, de momento”. Incluso comentó esta experiencia con sus amigos, a quienes les confesó que estaba en contacto con alguien “con quien nunca hubiera creído que pudiera conectar, y que le hace ilusión”.