El caso de las cabezas cortadas contado por Gonzalo Suárez

La última vez que la guillotina seccionó un cuello en Francia, al menos oficialmente, fue el 10 de septiembre de 1977. Por tanto, entenderán que las cabezas cortadas en el París en 1958 estaban muy vistas.

Algo más peculiar era encontrarse cabezas rodando por las escaleras de los edificios. Es lo que ocurrió en un callejón cerca de la estación de Reuilly, en el distrito XII de París.

A aquellos encuentros, fueron varias cabezas, se los conoció como 'El caso de las cabezas cortadas'. Si busca en las hemerotecas francesas, no encontrarán una sola línea. ¿Por qué? Los periodistas estaban ocupados con las idas y venidas de Charles de Gaulle, el referéndum constitucional de la Quinta República, la guerra de Argelia y la nouvelle vague. ¿O era Brigitte Bardot?

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Los primeros documentos sobre 'El caso de las cabezas cortadas' se hallaron en Madrid hace solo unos meses.

Eran unos dibujos, unas viñetas que había pintado un joven emigrante español en París, Gonzalo Suárez, que en 1958 se ganaba la vida embalando supositorios junto a Hélène, el amor de su vida.

Había un problema. Los dibujos estaban desnudos. Así que 66 años después, Gonzalo Suárez les puso texto, les cambió el orden y dio forma a 'El caso de las cabezas cortadas', publicado por Nórdica.

Esta es su historia.

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