La mafia
¿Cómo van a ser corruptos los políticos? Y mucho menos los jueces y los policías. La mafia siempre ha dicho que la mafia no existe

Barcelona
La mafia nos parece una cosa conocida, porque hemos visto unas cuantas películas. Pero sabemos muy poco de ella. No sabemos siquiera de dónde viene la palabra “mafia”. Unos dicen que del término siciliano “mafiosu”, que significa valiente. “Mafiosu” vendría a su vez de una antigua tribu norteafricana, los “ma´afir”. Otros dicen que procede del toscano “maffia”, que se traduciría como “audacia” o “arrogancia”. Y hay muchas más teorías. Quién sabe.
La palabra “mafia” es popular últimamente. Acabo de leer que en la Real Academia Española se ha montado una mafia de lingüistas que acosa a los académicos escritores. Qué barbaridad. También oigo hablar de una mafia del pichón: según parece, en todos los restaurantes de lujo sirven ahora pichón, y eso, según ciertas fuentes, sólo podría explicarse por algún tipo de práctica mafiosa. Hasta ese punto llegaría la astucia maligna de las palomas y sus crías.
Por supuesto, estarán ustedes al corriente de presuntas informaciones sobre presuntas mafias políticas, de una presunta “policía patriótica” al servicio del PP, de una presunta mafia del PSOE, de una presunta mafia judicial. Eso sería gravísimo. Pero no hagan mucho caso ni se fíen de sus propios ojos. ¿Cómo van a ser corruptos los políticos? Y mucho menos los jueces y los policías. La mafia siempre ha dicho que la mafia no existe. Por lo tanto, quédense tranquilos. No pasa nada.
Salvo en el caso de los lingüistas y los pichones. Les aconsejo que si se encuentran con un ejemplar de alguna de ambas especies, sea un lingüista en el plato o un pichón en la Academia de la Lengua, avisen a la Unidad Central Operativa, más conocida como UCO. Es la parte de la policía que, por lo que sea, más experiencia tiene en asuntos mafiosos.




